Lena.
Muchos día han pasado desde la fiesta del pueblo y que un degenerado me ataca se de la nada, estuve en peligro pero gracias al Campuruso no pasó a mayores y al parecer el tipo estará unos meses preso ahí puesto que tenía varias denuncias de otras mujeres por acoso vaya joyita era el sujeto.
Su nombre era Ángel Riveros, y de ángel solo el nombre tenía porque es un desgraciado.
También ayer me encontré con Fabián el Sheriff del pueblo.
Ambos somos buenos amigos, antes creía que yo le gustaba y esperaba ansiosa que me invitase a salir.
Pero eso nunca pasó, supongo que confundí amabilidad con atracción.
Tonta de tí Lena.
Soy muy mala para descifrar a los hombres y sobre todos a los que son guapos.
Solo tuve un novio en mi adolescencia, pero a lo que tuve con él no se le puede llamar novio si jamás nos veíamos y si lo hacíamos nos comportabámos como amigos.
Terminamos sin mucho drama.
Ni me acuerdo de su nombre, y con eso te digo todo.
Por otro lado no he visto más al Campuruso y eso no se que me hace sentir.
Cuando besé su mejilla sentí su rostro suave pero con el inicio de la barba que me hizo dar una picazón agradable en mis labios.
Él apenas se inmutó, y sé que es porque me considera irritante, pero sorpresa también a mí él me cae gordo con sus ínfulas de grandeza.
El que sea ridículamente millonario no lo hace buena persona.
Alejandro Cáceres es un patán, narcisista y ególatra que me cae fatal.
¿Y por eso te lo comes con la mirada?
Sacudo la cabeza para no escuchar a mi alocada conciencia.
Entre ese Campuruso y yo no hay nada y ni habrá.
Y si ese día pasa me cambiaré el nombre a Clotilde.
Pues hola Clotilde.
Otra vez mi necia conciencia se mete dónde no la llaman.
En estos momentos me hallo limpiando el salón donde muy pronto impartiré mis clases de baile.
Barro, trapeo, y sacudo todo a mi alrededor con emoción. Hace apenas un par de días firmé el contrato de arrendamiento y no quepo de la felicidad.
Annie y Erika quedaron en venir a ayudarme a organizar. No tardan en llegar ese par de locas.
Oigo que alguien toca la puerta y yo doy un grito de pase mientras bailo al ritmo de la música a la vez que trapeo el suelo.
Muevo mis caderas siguiendo la tonada de la música pero al darme vuelta me detengo de una al ver al Patrón del pueblo mirándome con sus ojazos azules fijamente.
¿Que rayos hace aquí?
Aún en mi sorpresa no puedo evitar detallarlo de arriba abajo.
Él luce un ajustado pantalón negro con botas y una camiseta a cuadros rojo y blancos que se aprieta a los músculos de sus brazos.
Usa su característico sombrero de vaquero donde apenas se le nota su cabello rubio oscuro.
Sus ojos azules solo me miraban con curiosidad y yo me obligo a no bajarle la mirada.
Alzo una ceja en espera de que me diga a qué rayos vino a mi local.
Al parecer esto le causa gracia porque sus ojos siempre herméticos brillan de diversión.
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Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)
RomanceLa vida de la dulce y tímida Lena Crafor da un giro de 180° grados cuando sus padres mueren en un accidente automovilístico quedando sola y con una gran tristeza. Ella se muda a un pueblo escondido de la civilización llamado Torrence Blein que aunqu...