Capítulo: 9

146 18 1
                                    

                             Lena.

Efectivamente eso fue lo que pasó. La familia de Annie la corrió de su casa a causa de su embarazo.

Así que yo le ofrecí quedarse a vivir conmigo para apoyarla en lo que se le presente.

Ese día ella trajo sus cosas que acomodamos en el armario del cuarto donde Annie se quedará.

Lo bueno es que las viejas chismosas del pueblo dejaron de hablar sandeces de mi a cada rato.

Lo malo es que ahora la han tomado con Annie y de fácil no la bajan.

Ella trata de que no le afecte pero sé que si lo hace.

Es una situación frustrante.

Annie seguirá trabajando en la cafetería con doña Rosa que gracias al cielo no fue prejuiciosa y no la corrió del restaurante.

Pero como está de reposo a causa de su amenaza de aborto pues no iré en varias semanas.

En estos momentos me encuentro en limpiando el gran salón donde los niños aprenden nuevos pasos.

Y yo me nutro de sus inocencia y su luz que le hace bien a todo mundo.

Me tardé un poco porque este sitio es algo grande, talvez considere contratar a alguien que me ayude con estos menesteres.

Lo pensaré.

Al terminar guardo todos los implementos de limpieza y estiro mi espalda que me duele un poco.

Para dar un grito de susto al ver recostado del marco de la puerta al Campuruso que me miraba con hermetismo.

Yo aspiro hondo y le miro con mi mentón elevado. Arqueo una ceja y espero a que se digne a decirme que rayos quiere.

Sé que hace días atrás él me aseguró que teníamos que hablar pero la oportunidad no se dió nunca.

Tanto él como yo somos personas ocupadas. Él con su rancho y yo con mi escuela de danza.

Se suponía que debíamos aclarar que diablos nos está pasando.

__Que me mires así lo único que logra es que quiera mandar al diablo todo mi autocontrol.

__Masculla Alejandro irritado ante una jocosa Morena rueda sus ojos verdes-amarronizados.

__Ooh vayas ¿entonces eres un androide que no puede sentir emociones?...No seas ridículo Alejandro hay cosas que son inevitables.

__Subrayo convencida cruzando mis brazos en mi pecho.

Él bufa y aspira hondo para luego clavar sus bellos pero fríos ojos azules en mí lo que me provoca que dé un suspiro de admiración.

Joder, el Campuruso es bastante atractivo.

Solo que no ví venir fue rompiera la distancia entre los dos para tomar me de la nuca agachándose juntando nuestros labios en un beso corto que yo le veo asombrada.

Para luego yo tomar su nuca e inclinar lo hacia abajo para volver a besarlo está vez con ganas, unas algo torpes porque este vendría siendo mi primer beso y no sé que hacer bien.

Él se hace cargo al tomarme de la nuca y ladeando mi cabeza tanteando con su lengua mi boca que abro para así la misma se enreda con la mía.

Siento como mi mente se traslada lejos de mi cuerpo y mi estómago tiene una revolución difícil de aplacar, no mientras tengo la boca de Alejandro saqueando la mía.

Poco a poco el beso va bajando de intensidad para separar nuestros labios hinchados.

Yo aún tengo los ojos cerrados, los cuales abro con lentitud enfocando a Alejandro que ya los tenía abiertos mirándome tan fríamente.

Inevitablemente... Tú (Saga Amores Rancheros #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora