HYUNJIN
Felix permaneció callado durante todo el trayecto hasta casa de Jiyu y Chul. No paraba de tirar de sus guantes hacia arriba al tiempo que se bajaba las mangas. Obviamente, necesitaba tiempo para calmarse después de aquella reunión tan interesante.
Había varios coches ruinosos aparcados en la calle.
Había trabajado el turno de noche en la hamburguesería durante tanto tiempo que se me había olvidado lo que era salir con mis amigos.Aparqué en la calle detrás del coche de Rico. Felix se quedó mirando por la ventanilla hacia la casa.
— ¿Dónde estamos?
— En casa de mis padres de acogida. Chul y Jiyu están en su caravana en el lago.
Empezó a golpear la alfombrilla con el pie mientras miraba la casa. El vinilo había que cambiarlo y volver a pintarlo. Chan y yo habíamos limpiado una franja de la parte trasera en una ocasión y habíamos descubierto que el vinilo era originalmente amarillo, y no gris gracias a la suciedad.
Salí del coche y me apresuré a abrirle la puerta a Felix.
Salió también, pero sin dejar de mirar hacia la casa.— ¿Cuánta gente hay ahí dentro?
— Unas diez personas.
A finales de febrero los días eran más cálidos, de modo que las noches no eran tan gélidas. Aun así, Felix se metió las manos en el abrigo como si estuviese muriéndose de frío. Al menos llevaba abrigo, para variar.
Utilicé mi cuerpo para acorralarlo contra el coche.
— Chan y Yuna estarán ahí.
— Yuna me odia — dijo arqueando las cejas.
Yo me reí. Me encantaba que Felix dijera las cosas claramente. Le rodeé la cara con las manos y disfruté del roce de su piel.
— Eres mi mundo, así que apostaría a que eso iguala las cosas.
Se le desencajaron los ojos y palideció. ¿Por qué estaba tan preocupado? Reproduje en mi mente cada momento, repasando todas las palabras que ahbía dicho.
Hacía mucho tiempo que no me enamoraba de nadie.
Lo miré a los ojos y su miedo se disolvió. Incluso me dedicó una sonrisa tímida que me llegó al corazón. Al diablo el resto del mundo. Estaba enamorado.
Felix levantó los brazos y me llevó la cabeza hacia la suya. Yo me dejé llevar por el calor de nuestro beso y disfruté del sabor de su lengua, y de cómo sus labios de movían contra los míos. Podría haberme perdido en él... para siempre.
— ¿Es que ninguna de tus madres de acogida te ha enseñado modales? Al menos tráelo aquí y dale una cerveza antes de ponerte a manosearlo — gritó Rico desde las escaleras.
Le di un último beso a Felix en los labios y sentí el calor de sus mejillas abrasándome los dedos. Dejó caer los brazos y yo pensé en la mejor manera de devolvérsela a Rico por avergonzarlo.
— Vega, hay que tener los cojones bien puestos para acosar a mi chico.
La luz del porche se encendió y Rico maldijo en voz baja cuando Felix y yo nos acercamos a la luz.
— Lo siento, no sabía que ibas a traer a Felix.
— ¿A cuántas personas besas contra el coche? — preguntó Felix.
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ROMPIENDO LAS REGLAS ୨୧ ʜʏᴜɴʟɪx
Lãng mạnNo recuerdo la noche que cambió mi vida. La noche en que pasé de ser popular a ser un bicho raro y marginado. Y mi familia está decidida a que siga siendo así. Decían que la terapia me ayudaría. No se esperaban a Hyunjin. Él es el tipo de chico sobr...