𓍯𓂃 ᵛᵉⁱⁿᵗⁱⁿᵘᵉᵛᵉ

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FELIX

Le di la mano a Hyunjin y le guiñé el ojo a Yuna mientras él me sacaba de allí. Ser agradable con Yuna nunca me había llevado a ningún lado, y por una vez me sentí bien siendo malo.

Hyunjin abrió la puerta del sótano y me indicó que bajara primero. La temperatura descendió varios grados en cuanto mis pies tocaron el suelo de cemento. En un rincón había un somier con un colchón. Frente a la cama había un sofá desvencijado.

La puerta se cerró detrás de mí y los escalones de madera con el peso de Hyunjin. Se me puso el vello de la nuca de punta al ver los cientos de arañas diminutas esperando atacarme.

— ¿Qué te parece? — preguntó él.

— Es... eh... acogedor — seguro que a las arañas les encantaba.

— Mentiroso — me susurró al oído.

Elección moral: ¿sofá o cama, sofá o cama? Pero Hyunjin decidió por mí al meter el dedo en el agujero del cinturón y tirar de mí hacia la cama. Me rodeó la cintura con los brazos y me tiro sobre el colchón junto a él.

Se incorporó sobre un codo y sonrió.

—  ¿Sabes hace cuánto que deseaba verte en esta cama?

—  No — se me había levantado el jersey debido a la caída, y ahora se me veía la tripa. Hyunjin empezó a dibujar círculos en mi vientre y fue bajando hasta la cintura de mis vaqueros. Sus caricias me producían una mezcla de cosquillas y escalofríos por todo el cuerpo.

Todos los rumores que circulaban sobre Hyunjin eran reales. Sus besos me provocaban un cosquilleo en el estómago y sus caricias me ponían al revés.

 — Hyunjin...

— ¿Sí? — sus ojos siguieron a sus dedos mientras me acariciaba el vientre.

— ¿Cuándo empezaste a fumar hierba?

— ¿En serio te da curiosidad?

Yo asentí, porque me daba miedo hablar y que mi voz sonase temblorosa. Las cosas iban muy deprisa, demasiado deprisa para un chico lento como yo.

Hyunjin se quitó los zapatos y se arrastró por la cama hasta las almohadas.

— Vamos — me temblaban las manos cuando me desabroché los botines y los dejé bien colocados en el suelo junto a sus zapatos, tirados de cualquier forma. ¿Por qué estaba tan nervioso? Era Hyunjin.

Él se tumbó. Yo me quedé sentado. No, aquello no era incómodo.

Hyunjin dejó de sonreír.

— No hagas eso, Felix.

Yo me pasé una mano temblorosa por el pelo e intenté controlar mi voz.

— ¿Hacer qué?

Me agarró la mano y la frotó con sus dedos.

— Tenerme miedo.

 Se incorporo un poco y yo me recosté lo suficiente para apoyas la cabeza e su hombro.

— No te tengo miedo — <<le tengo miedo a lo que me provocas, pero no a ti>>, pensé.

— ¿De qué tienes miedo?

— Primero responde a mi pregunta.

Me pasó un brazo sobre los hombros y apoyó su cabeza en la mía.

—  En primer curso me parecía mucho a Jake; era la estrella del baloncesto... Intenté seguir siendo esa persona en segundo, pero no lo conseguí, por mucho que me esforzara. No podía seguir en el quipo porque no podía permitirme el equipamiento, o mis padres de acogida hacían que me fuera imposible ir a los entrenamientos. Al final me cansé de esforzarme tanto para fracasar igualmente, así que lo dejé. Un día un tipo e preguntó si quería un tiro, así que... 

ROMPIENDO LAS REGLAS    ୨୧  ʜʏᴜɴʟɪxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora