ROMPIENDO LAS REGLAS ୨୧ ʜʏᴜɴʟɪx

𓍯𓂃 ˢⁱᵉᵗᵉ

FELIX

Normalmente presenciar juegos de beber me aburría, pero no cuando Jisung estaba dándoles una paliza a todos. El chico estaba en racha.

— ¿Vas a jugar? — me preguntó Jake.

Absorto como estaba en mis pensamientos, no había advertido su presencia.

— No. Hoy Jisung es la estrella — Además, yo no quería llamar la atención.

— Esta noche tú deberías ser la estrella. Es tu cumpleaños — hizo una pausa —. Feliz cumpleaños, Felix.

— Gracias.

— ¿Y vas a quedarte mirándolo toda la noche? — Jake contemplaba la partida con los pulgares metidos en los bolsillos.

— Es el código de los amigos. Yo tengo a Jisung y Jisung me tiene a mí. Seungmin y Wonyoung están por aquí, en alguna parte.

— Inteligente, pero molesto — Jake colocó la palma de la mano en la pared junto a mi cabeza, pero mantuvo su cuerpo a una distancia moderada —. Iba a pedirte bailar.

Yo miré a mi alrededor.

— ¿A quién estás intentando poner celosa, Jake?

Jake apartó la mano y se rio; se rio de verdad.

— Ven a buscarme cuando Jisung haya acabado de jugar.

Jisung levantó los brazos y gritó cuando derrotó al otro equipo una vez más. Jake desapareció. Jisung agarró uno de los vasos de cerveza que quedaban y se apartó de la mesa, para desilusión de los chicos que estaban pendientes de todos sus movimientos.

— Toma. Seung sigue siendo el conducto sobrio, ¿no?

— Sí — agarré el vaso y me lo terminé. No me gustaba especialmente el sabor, pero en una fiesta...

Disfruté de aquella sensación cálida y mareante que me produjo finalmente el alcohol.

— La señorita Eunha me preguntó esta semana si bebía. Estoy muy cansado de mentirle.

Wonho, anfitrión de la fiesta, pasó junto a nosotros con una bandeja llena de vasos de cerveza para otra ronda de juego. Jisung le robó dos y me pasó uno a mí.

— Los adultos quieren que mintamos. Esperan que mintamos. Quieren vivir en sus mundos perfectos y de ver realities.

Le di un sorbo a la cerveza.

— Pero sí que comemos demasiadas galletas y vemos realities.

Jisung se tambaleó antes de mirarme con los párpados entornados.

— Exacto. Hacemos eso para que bajen la guardia.

— Eso no tiene ningún sentido.

Jisung agitó la mano como si fuese a explicarse.

— No tengo ni idea. Vamos a bailar, cumpleañero.

Tiramos los vasos vacíos a la basura y nos abrimos paso entre la multitud hacia la fuente de la música. Iba a contarle a Jisung lo que Jake me había dicho, pero...