HYUNJIN
Debería habérmelo echado al hombro y haberlo sacado del gimnasio. En vez de eso le había dado la oportunidad como un idiota. La oportunidad de romperme el corazón. ¿Por qué no le había hecho caso a Yuna?
Quince minutos. Mierda. No iba a volver y yo iba a quedarme allí, congelándome como un imbécil. Tenía una fiesta a la que ir. Una fiesta donde habría muchos chicos dispuestos a entregarse a mí, mucha mierda que fumar y el alcohol suficiente para hacerme olvidar.
Me aparté de la pared de ladrillo del gimnasio y me metí las manos en los bolsillos del vaquero para buscar las llaves. La puerta se abrió en aquel momento y estuvo a punto de darme en la cara. Abrí la boca para gritarle al imbécil que salía, pero me detuve al encontrarme frente a frente con mi sirena, con mi ángel, Felix. En esa ocasión no se escaparía.
Lo rodeé con los brazos y la aprisioné contra la pared.
— Dime que me has elegido a mí, Felix.
Felix se humedeció los labios. Sus ojos verdes ardían com el fuego, atrayéndome hacia él.
— Te he elegido a ti.
Por primera vez en tres años, el nudo que sentía en el estómago se aflojó.
— Nunca te arrepentirás. Lo prometo — deslicé las manos por su cintura y me apoyé en él.
Lo deseaba. Por completo, pero Felix se merecía algo más que un revolcón rápido. Deseaba enamorarlo con cada caricia y con cada beso, de modo que siempre pensara en mí. Nunca volvería a pensar en otro sin pensar en él.
Le había prometido que sería algo más y tenía que mantener esa promesa. Me aparté de él, le di la mano y lo conduje hacia mi coche.— Vamos.
— ¿A dónde vamos?
Abrí la puerta del copiloto y me volví hacia él. Tenía los ojos muy abiertos y me miraba confuso.
— A un lugar especial.
— Voy a comprarte un abrigo — y lo decía en serio. Abrí la puerta del coche y le puse mi chaqueta de cuero sobre los hombros —. Estamos en febrero. ¿Por qué nunca llevas abrigo?
Felix metió los brazos en mi chaqueta, cerró los ojos y respiró profundamente.
— A lo mejor me gusta llevar tu chaqueta.
Tragué saliva. Tenía planes, y esos planes no incluían besarlo contra mi coche. Maldita sea, iba a matarme
— Enhorabuena, es tuyo.
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ROMPIENDO LAS REGLAS ୨୧ ʜʏᴜɴʟɪx
RomanceNo recuerdo la noche que cambió mi vida. La noche en que pasé de ser popular a ser un bicho raro y marginado. Y mi familia está decidida a que siga siendo así. Decían que la terapia me ayudaría. No se esperaban a Hyunjin. Él es el tipo de chico sobr...