Epílogo

6 3 1
                                    

Hace no demasiado tiempo...

En el mundo occidental se vivía una edad incierta de dioses en la sombra y héroes con el coraje perdido.

Y uno de aquellos héroes dormidos era Núria, hija de Pandora y Hades, aquella que, sin saberlo, había abierto la Caja de Pandora y había despertado toda clase de fatalidades sobre la faz de la Tierra.

La historia dio un giro cuando Diego Estrada, enviado para secuestrar a Núria y hacer cumplir la Profecía, la perdió en el Inframundo, dando pie a una serie de acontecimientos que acabarían por cerrar la Caja de Pandora otra vez, aunque tal vez no de la manera que pensaron originalmente los dioses.

Una vez Núria ejecutó su propio sacrificio, cerrando así la Caja de Pandora, consiguió enmendar su propio error y reencontrarse con otra alma que, como la suya, había acabado perdida.

La leyenda original dice que los dioses son perfectos. Seres inmortales que, desde sus tronos dorados, allá en la lejanía del Olimpo, obran con sabiduría y justicia.

Nosotros, en cambio, os hemos explicado la versión de los dioses que nuestros protagonistas conocieron. También os hemos contado que la solución al problema fue diferente de la que ellos habían pensado.

Todos y todas, hombres y mujeres, abrieron la caja y robaron su contenido.

Todos y todas fueron responsables de liberar los monstruos.

Y ahora, todos y todas han colaborado para arreglar el desastre.

Esta es la historia reescrita de Pandora, una versión más justa y acertada sobre lo que realmente pasó.

Y allá en el Elíseo, ahora dos almas bailan felices en un jardín de flores de plata y árboles de oro.

Los Dioses también tienen InstagramDonde viven las historias. Descúbrelo ahora