Erin llegó temprano.
Era su primer día oficial como parte de los estudiantes de teatro de Rouge Fenetre, y la noche anterior prácticamente no había dormido de la emoción.
El teatro estaba abierto pero dentro no había nadie aún , por lo que Erin caminó hasta la puerta donde le dijeron que era el salón de práctica. Giró la perilla. Cerrado.
Soltó un suspiro y se sentó en una banca que estaba a un costado de la puerta. Tocaba esperar.
A los pocos minutos escucho voces que se acercaban. Se trataba de unos chicos más o menos de su edad.
—Hola —saludó uno de los chicos, tenía la piel oscura y los dientes demasiado rectos—. ¿Eres la chica nueva verdad? Me llegó el rumor de que diste una gran presentación el otro día.
Erin sonrió con orgullo.
—Muchas gracias. —Se levantó de la banca para estar a la altura de los chicos—. Siempre quise formar parte de esta compañía de teatro. Es mi más grande sueño.
—De todos nosotros —dijo el otro muchacho— pero no todos tienen el talento para ser seleccionados.
La chica iba a contestar algo más pero entonces apareció Daniela Vargas seguida por un grupo de al menos diez personas.
—Buen día muchachos —dijo sacando unas llaves de su bolso—. Erin bienvenida. —Daniela abrió la puerta y se hizo a un lado para dejar pasar a todos los chicos.
Erin los siguió y se encontró en un gran salón con piso de madera y una pared cubierta de espejos. Vió a los demás dejar sus pertenencias en un anaquel cercano a la puerta, también se quitaron los zapatos y los dejaron en el mismo anaquel, Erin hizo lo mismo.
Después de aquello Daniela les pidió que hicieran un círculo y se presentarán para que Erin los conociera a todos y todos la conocieran a ella. Cuando iban a la mitad de las presentaciones la puerta se abrió y entró una muchacha con cabello dorado.
—Lamento llegar tarde —se excusó y tomó rápidamente su lugar.
El corazón de Erin se saltó un latido. Era la chica más hermosa que había visto en su vida. Ojos grandes y expresivos color avellana, labios carnosos, un cabello largo y sedoso y cuerpo curvilíneo.
—La próxima vez tendrás una amonestación —reprendió la instructora—. Por favor presentate para que Erin te conozca —señaló a la chica nueva.
Erin se irguió un poco más de lo normal.
La muchacha de cabello dorado le dedicó una breve mirada y dio un paso al frente.
—Mi nombre es Estefani, me puedes llamar Fany, tengo dieciséis años, empecé a hacer teatro desde los once y amo el cine.
Las presentaciones continuaron pero Erin no prestó demasiada atención a lo que dijeron el resto de sus compañeros, solo le interesaba una persona y ya se había presentado. Al final se presentó ella y justo después Daniela los puso a hacer calentamiento.
Erin nunca había hecho ese tipo de cosas, por lo que aunque los demás lo hacían ver como algo fácil ella no estaba teniendo su mejor momento, pero no iba a quedarse atrás, así le costará el doble, demostraría que estaba a la altura, así que se aguanto las ganas de tomarse un respiro.
De vez en cuando le lanzaba miradas furtivas a Fany, quien hacía su calentamiento con naturalidad, empezó a notar que no era la única que le dirigía miradas a la chica, varios muchachos también lo hacían, pero Fany continuaba enfocada en lo suyo.
Después del calentamiento Daniela anunció que había conseguido un espacio en el festival de teatro navideño para que el grupo presentará una obra corta y le pasó un guión a cada uno de los miembros.
—¡Genial! Por fin nos dejan participar en el festival del invierno —exclamó el chico con el que Erin había hablado antes de entrar al salón.
—Estar en apoyo técnico también es participar en el festival Gael —aclaró la maestra.
—Vale, pero no es lo mismo que estar en el escenario.
—Tenemos dos meses y medio para montar esta obra a la perfección. Por lo tanto el resto de la clase lo utilizaran para practicar el personaje que ustedes deseen, durante la clase de mañana haremos el casting, ¿De acuerdo?
Todos hicieron gestos de afirmación y se fueron a buscar un rincón para estudiar el guión.
Erin todavía no había visto de qué trataba la obra pero tenía claro qué quería obtener el papel protagónico.
Se dieron las 7:00 de la tarde y todo el mundo comenzó a recoger sus cosas. Fue entonces cuando Erin finalmente se permitió acercarse a Fany.
—Hola —le dijo con su sonrisa más encantadora.
—Hola —respondió la otra chica aparentemente sorprendida de que se hubiera acercado. — ¿Erin verdad?
—Ese es mi nombre sí —confirmó—. Recuerdo que mencionaste que amas el cine, y yo me he estado muriendo de ganas por la nueva película de Adam Millers, ¿Quieres acompañarme al estreno?
A Fany se le iluminó el rostro.
—Sería genial, ¡También me muero por ver esa película! Claro que te acompaño.
Erin no tenía dinero para ir al cine, pero ese era un problema para el futuro.
—Genial, podemos irnos saliendo de la clase.
—Sí, está bien por mi —accedió la chica—. Por cierto, que lindo collar —acercó su mano para tomarlo y verlo mejor—. ¿Dónde lo compraste?
El pulso de Erin se aceleró.
—Me lo regalaron.
Fany lo seguía viendo como hipnotizada, pero de pronto algo captó su atención y lo soltó.
—Debo irme, mi novio me está esperando.
Erin se giró hacía la puerta y vio a un joven en la puerta, pensó que el supuesto novio se veía demasiado mayor para ella.
Fany tomó sus cosas y corrió a tomarle la mano.
—Adiós —le dijo desde la puerta.
—Hasta mañana —contestó la otra forzando una sonrisa. Algo surgió en su interior. Por algún motivo, entre más inalcanzable parecía la chica, más ganas tenía de ser ella quien sostuviera su mano.
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Crónicas del Zodiaco - La caída de los doce reinos
Novela JuvenilDespués de un extraño ataque en el parque, Valerie descubre que hay muchas cosas sobre sí misma que desconoce. Para empezar, sus padres no son realmente sus padres, es más, ella ni siquiera nació en la Tierra. Valerie es la heredera perdida de Virgo...