Cuando entró a la casa fue directo en busca de Adria. En todas las veces que Valerie y Cher habían estado en la mansión nunca habían osado subir al segundo piso, pero Vanesa lo hizo.
Se cruzó con una serie de miradas de asombro y respeto, además de reverencias. Siguió las indicaciones que le había dado Kolin y llamó a la vieja y pesada puerta de madera.
—¡Te dije que te adelantarás! ¡Todavía no estoy lista! —gritó desde dentro.
—Su alteza la requiere para una misión muy importante —bromeó Vanesa.
Se escucharon ruidos apresurados al otro lado de la puerta.
Pocos segundos más tarde Adria se asomó.
—¿Qué estás tramando?
—Dijiste que te gustaba incendiar cosas —insinuó con una sonrisa de lado.
Adria salió cerrando la puerta tras de sí.
—Okay, ya se que dije que si me lo pedían le prendería el cabello en fuego, pero antes de actuar quiero que sean conscientes de que puede haber graves consecuencias.
—No, no es eso lo que iba pedirte —le restó importancia con la mano—. Tengo una mejor idea.
—Soy todo oídos.
—Voy a necesitar que quemes cosas, bastantes cosas.
—Siempre y cuando no sean mis cosas.
—No importa lo que sean, solamente necesito las cenizas.
Adria le dedicó una mirada intrigada y asintió con la cabeza.
—Conozco el lugar perfecto.
Adria llevó a Vanesa a los contenedores de basura. Ahí era dónde iban colocando la basura antes de llevarla a un contenedor real, donde los humanos pudiesen hacerse cargo de ella.
—Esto es asqueroso. —Vanesa arrugó la nariz.
—No seas ridícula, no podemos quemar árboles, ya me regañaron por eso muchas veces.
Sin previó aviso, Adria lanzó una bola de fuego a cada uno de los contenedores. El olor a humo comenzó a predominar sobre el olor de la basura. Vanesa tosió y se alejó abanicando con la mano.
De pronto un hombre se acercó a toda prisa.
—¡Adria! ¿Qué te hemos dicho sobre prenderle fuego a las cosas? —reprendió.
—Fue una petición de tu reina —contestó con seriedad.
Vanesa tomó una postura altiva y el hombre titubeó antes de sumirse en una reverencia.
—Perdone su alteza, solo sean cuidadosas.
El hombre se retiró y Vanesa y Adria se quedaron observando como el fuego consumía todo.
Al final, Adria apaciguó el fuego y Vanesa sacó una bolsa para recolectar las cenizas.
Después de eso Vanesa le mandó un mensaje a Ben.
—No pensé que quisieras darme una segunda oportunidad, para ser honesto no creo que me lo merezca.
—No estoy diciendo que vaya a darte una segunda oportunidad, solo creo que, la última vez que hablamos estaba demasiado enojada como para escuchar algo de lo que decias. Ahora estoy dispuesta a escucharte.
Estaban en la habitación del chico. Vanesa le había pedido que se vieran y había insistido en que fuera en su casa, no quería que sus amigas o sus padres la vieran por casualidad y la criticaran por ir a verlo. O al menos eso era lo que le había dicho a él.
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Crónicas del Zodiaco - La caída de los doce reinos
Roman pour AdolescentsDespués de un extraño ataque en el parque, Valerie descubre que hay muchas cosas sobre sí misma que desconoce. Para empezar, sus padres no son realmente sus padres, es más, ella ni siquiera nació en la Tierra. Valerie es la heredera perdida de Virgo...