Viendo hacia el pasado

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Angustary Día 21 - TCA (Trastorno de conducta alimenticia
Sarah Lynn

¡Así que no dejes de bailar, cariño, no dejes de girar! No dejes de cantar, amigo; ¡ahora estamos ganando! ¡El dolor te consume pero sigues sonriendo! - Don't Stop Dancing

Trastorno de evitación / restricción de los alimentos: Este trastorno implica un rechazo a la alimentación y variaciones extremadamente caprichosas de lo que es una conducta alimentaria normal

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Trastorno de evitación / restricción de los alimentos: Este trastorno implica un rechazo a la alimentación y variaciones extremadamente caprichosas de lo que es una conducta alimentaria normal.

No podía recordar exactamente cuando comenzó a saltarse comidas, quería creer que fue cuando era una estrella musical en ascenso, pero pudo haber sido mucho antes, en sus días de actriz infantil en “Retozando”

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No podía recordar exactamente cuando comenzó a saltarse comidas, quería creer que fue cuando era una estrella musical en ascenso, pero pudo haber sido mucho antes, en sus días de actriz infantil en “Retozando”. Claro, desde niña llevaba una estricta dieta baja en carbohidratos. Sin embargo, sus ganancias eran suficientes como para tener comida sana a su disposición siempre que quisiera, y que su nutricionista lo aprobara. También había ocasiones en que su madre, influenciada por su padrastro, le daba algún pase libre. Por lo general a finales de temporada cuando tenía suficiente tiempo de subir algunas libras y luego bajarlas. Pero, a medida que ella fue creciendo, de la mano de su fama, sus comidas fueron haciéndose más escasas. Al principio era accidental por supuesto, una mañana demasiado ajetreada que le impedía desayunar, alguna grabación o sesión de fotos que se prolongaba más allá de la hora del almuerzo, una premiación o concierto que le hacía imposible cenar. 

Y luego empezó a consumir sustancias, era algo normal en la industria, todos necesitaban un estimulante que los mantuviera a flote en la ajetreada vida Hollywodense y luego que los bajara lo suficiente como para no volar demasiado lejos. Las pocas comidas que lograba hacer a lo largo de su jornada empezaron a menguar aún más, reemplazadas por una línea de cocaína por las mañanas o algunas pastillas de prozac por las noches.

Alimentarse se volvió una opción más que un regla, su apetito de por sí escaso, sus estrictas dietas y su horario sólo contribuyeron a su lento declive. Los elogios que recibía por su “increíble figura” le habían hecho creer que no había nada malo en ello, claro a veces sentía que le fallaban las fuerzas, pero nada que un poco de energía en polvo no pudiera solucionar. Sus uñas se volvieron frágiles, su cabello comenzó a caerse a mechones, su periodo comenzó a fallar hasta desaparecer. Pero aun así todos a su alrededor le decían que estaba más hermosa que nunca, y ella les creyó.

Hasta que un día se desplomó en medio de un ensayo para una coreografía nueva, y no fue hasta que llegó al hospital que alguien se dio cuenta de la gravedad del asunto. Sus ojos estaban hundidos en sus cuencas, sus costillas eran perfectamente visibles incluso debajo de la camiseta ajustada, sus dedos estaban tan delgados que parecían ramitas marchitas. Cómo su cuerpo era solo piel y huesos, que pesaba lo mismo que una persona de la mitad de su edad y su tamaño, que estaba viva por pura fuerza de voluntad mezclada con narcóticos y gracia divina.

Mucho se habla de lo difícil que es dejar las drogas, como el dolor físico es algo tan grande que deseas estar muerto, sin embargo poco se habla de dolor psicológico, y con tan solo 16 años fue como cruzar el infierno mismo. Aun recordaba despertar en aquella blanca habitación, conectada a un montón de tubos y medidores, sin embargo lo único que le causó verdadero miedo fue la enorme bolsa blanca justo a los sueros de solución salina, casi podía sentir cada caloría entrando a su cuerpo, haciéndola menos delgada, menos bella a los ojos del mundo.

Se empezó a arrancar los cables del cuerpo con desesperación, cegada por la sola idea de no ser lo suficiente, después de todo, ¿Quién la querría si no fuera hermosa? Casi de inmediato un ejército de enfermeros llegó a detenerla, forcejeo con toda la fuerza que su maltrecho cuerpo adolescente tenía, pero fue sometida tan rápidamente que lo único que le quedó fue llorar amargamente mientras veía como una enfermera pelirroja se acercaba con una jeringa, lo último que su mente registró antes de caer en la oscuridad fue un “todo estará bien”. La escena se repitió tantas veces que llegó el punto donde la inmovilizaron, entonces se dedicó a ver su llorar mientras veía su reflejo en el vidrio de la ventana, centrando su odio en el tubo que entraba por su nariz y que sería el único culpable de hacerla menos perfecta. 

Una mañana al despertar había una enfermera sentada junto a su cama, se veía muy joven y la cabellera pelirroja hizo que la recordara como la mujer que la había sedado todas las veces que intento quitarse las vías, por un momento la odio profundamente, como si ella fuera la culpable de todas las desgracias que le habían pasado en la vida, sin embargo una simple pregunta salida de esos labios le hizo darse cuenta de lo mal que estaba, la enfermera con su gran sonrisa le preguntó cuál era su comida favorita y ella se vio en blanco al no recordar la última vez que disfrutó comer algo, las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y rápidamente ella la abrazó diciéndole que su nombre era Hana y que la ayudaría a curarse.

Pasaron meses antes que llegara a un peso “saludable”  y años antes de pudiera adoptar una rutina de alimentación decente, su enfermedad fue completamente oculta a los medios y su madre junto con su mánager decidieron justificar su ausencia con la excusa de “Colapso mental”, porque era más aceptable que ella estuviera loca a echarle la culpa a la vida Hollywodense.

Ahora mientras sentía el frío de la muerte colándose en sus huesos, pensaba en aquella época con algo de nostalgia, cierto que durante su corta vida había estado a las puertas de la muerte mas veces de las que le gustaría admitir. Pero aquella primera vez le hizo creer que no importa que tan hundida estuviera siempre tendría la oportunidad de salir adelante y por mucho tiempo fue verdad, una débil sonrisa se coló en sus labios, ojalá la enfermera Hana estuviera allí para salvarla una última vez.

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¿Cierto Sarah Lynn?

¿Sarah Lynn?

¿Sarah Lynn?

The View from Halfway Down | Drabbles&OneShots [Angustary2024]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora