The View from Halfway Down | Drabbles&OneShots [Angustary2024]

Se que estas vez no hay marcha atrás

Angustary Día 24 - Despedida
Diane Nguyen/ Bojack Horseman

Cuando el miedo supera al amor solo nos queda seguir adelante, aunque eso nos rompa el corazón.

– ¿Tu vas a estar bien? – Preguntó Diane aprovechando ese momento de calma.

– Si… Bueno, no lo sé…– Contestó Bojack mientras se sentaba en la cama con la mirada perdida, como si aún estuviera procesando la noticia de que ella se iba a Chicago.

Diane lo miró por un momento, se veía increíblemente bien, más renovado desde que lo había dejado en terapia tiempo atrás, su corazón dio un vuelco y sintió el sutil aleteo de las mariposas en su estómago.

– Te ves bien – Dijo con una ligera sonrisa, por un instante se transportó nuevamente a aquellos largo días donde estaban escribiendo su libro, cuando podían fingir que solo eran ellos dos en el mundo, tomó aire intentando reunir valor – La verdadera razón por la que vine a la casa de mi ex esposo, es porque necesito saber que estarás bien, necesito oírte decirlo, no puedo irme si no se que estarás bien –  Finalizó Diane, cerró los ojos por un instante y rezo, no sabía si para que le dijera que estaría bien o para que le pidiera que se quedara.

Por un momento solo reinó el silencio entre ellos, los pensamientos de Diane corriendo a mil por hora, ¿Por qué parecía tan difícil simplemente decirle la verdad?, que no quería irse, que deseaba con todo su corazón que él la detuviera, que le dijera que sin ella cerca no podría seguir mejorando, ella estaba dispuesta a seguir allí esperando el tiempo que fuera necesario, pero necesitaba desesperadamente que él le dijera que se quedara, que esperara por él.

– Estaré bien – Contestó finalmente el caballo cortando el silenció, Diane abrió los ojos con sorpresa y lo miró fijamente, ¿En serio no podía entender la verdadera razón por la que había hecho todo esto? ¿Como no se daba cuenta que lo que realmente quería era que le pidiera seguir a su lado?

– ¿Me lo prometes? Porque si algo te pasa mientras estoy en Chicago… – Insistió pensando en que si lo presionaba lo suficiente se daría cuenta de lo que implicaba que se fueras al otro lado del país.

– Esto no es amistad, es tenerte de rehén – Contesto Bojack mientras se levantaba y ponía una mano en la espalda de Diane – Vete a Chicago, estaré bien – Finalizó dedicándole una sonrisa.

Diane lo miro y luego cerró los ojos mientras dejaba que él la envolviera en un abrazo, sintió sus ojos humedecerse con las lágrimas y luchó por no dejarlas salir, su corazón terminando de romperse al darse cuenta que había perdido su oportunidad tiempo atrás, cuando decidió rechazarlo en pro de la seguridad de los brazos de Mr. PeanutButter.

– Salgamos de aquí antes de que vuelvan – Dijo Bojack mientras rompía el abrazo y se dirigía a la puerta, por un instante la peliazul sintió que su voz estaba diferente, sin embargo quizás solo era su imaginación deseando que estuviera afectado de alguna manera.

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Camino a su auto sintiendo el viento frío golpearlo, puso a su acompañante desmayado en el asiento trasero y luego de cerrar la puerta giró para ver a Diane junto a la puerta abierta de su auto, se miraron un largo rato, finalmente ella le dedicó una sonrisa mientras levantaba su mano y la movía a modo de despedida, él hizo el mismo gesto y la se quedó allí mientras ella subía a su auto y arrancaba directo a su nueva vida.

Se subió a su propio auto y tomó el volante con ambas manos, sus nudillos blancos por la fuerza con la que apretaba, si inclino hasta que su frente hizo contacto con el plástico frío y las lágrimas saladas comenzaron a salir de sus ojos, sentía su corazón desgarrarse con cada sollozo desesperado que salió de sus labios, ¿cuantas veces se podía perder al amor de tu vida antes de enloquecer?

Había querido tan desesperadamente pedirle que se quedara, que le diera una oportunidad de demostrarle que podía hacerla feliz, sin embargo si algo le había enseñado su tiempo en rehabilitación es que nunca podría estar a la altura de Diane, ella se merecía una felicidad que él nunca sería capaz de darle, así que tuvo que reunir todo su coraje para dejarla ir.

Porque él era veneno y la amaba tanto que nunca se permitiría contaminarla, aunque eso significara tenerla lejos para siempre.