Capítulo 2

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Nathaniel le dió un manotazo al móvil para apagar la alarma. ¡Hoy era el gran día! Hoy era su gran oportunidad y la increíble ronda de caricias de anoche le tenía de muy buen humor. Tanto que, rodó sobre la cama para regalarle un pretencioso beso a la mujer que le había hecho olvidar. Sin embargo, su sonrisa se esfumó de golpe al ver cómo Aurora había desaparecido de la habitación y, además, se había llevado su ropa. 

Sí. Se había marchado y lo peor era que no solo no se había despedido, sino que además, ni siquiera había dejado una nota con su número de teléfono. ¡Cojonudo! ¿Había peor forma de empezar la mañana? Enrabietado se metió a la ducha. No podía perder más el tiempo, mucho menos centrarse en algo que debía importarle poco. Sí, había sido una noche apoteósica, donde ambos se habían corrido dos veces sin practicar el coito, pero ella se había ido y él tenía cosas importantes que hacer.

—Maldita sea… —murmuró contemplándose el pene que comenzaba a tomar vida propia —. ¿No has tenido suficiente?

Con un poco de jabón en la mano se masturbó, pues sabía que era mejor apaciguar aquel repentino fuego que mantenerlo bajo control. Automáticamente pensó en ella porque el recuerdo de Aurora aún estaba fresco en su mente y porque todavía era capaz de paladear su delicioso sabor.

No podía llegar tarde, así que, cogió el impoluto traje que había dejado guardado en el armario y tras sacarlo de la funda protectora se vistió con celeridad. Inconscientemente sus ojos bailaban constantemente al revoltijo de sábanas que evidenciaba la fantástica noche que había pasado, lo que le hizo sonreír con seguridad, pues estaba seguro de que Aurora había disfrutado como hacía mucho tiempo que no hacía.

Cuando hubo terminado, revisó su apariencia frente al espejo y sonrió al encontrarse con el Moore empoderado que necesitaba en aquellos momentos. Un Moore que era fuerte, valiente y que le apasionaba su trabajo. Con esa actitud, salió del Hotel Prixton dispuesto a comerse el mundo y como no, ha conseguir aquel importante proyecto.

Durante el trayecto encontró una farmacia y aunque quiso evitarla y pasar de largo terminó pecando, pues de los errores se aprende y él no estaba dispuesto a repetir uno igual.

La junta iba a tener lugar en una sala amplia. Sala que imponía por la cantidad de personas que poco a poco se iban agrupando en los palcos. Sin duda, aquello le hizo recordar su tiempo universitario. Afortunadamente, hablar en público no le suponía ningún problema, pues si algo caracterizaba a Nathaniel Moore era su desparpajo y naturalidad a la hora de explicarse, algo que había ido perfeccionando con el pasar de los años.

—Disculpe… ¿Me deja pasar? — Rápidamente al oírlo se echó a un lado, cediéndole el paso — Gracias.

Raúl Prieto era una eminencia en el mundo de la arquitectura y si estaba allí, solamente podía significar una cosa: que estaba entre los tres posibles candidatos para conseguir el proyecto. A Nath le gustaba ser positivo, pero también realista y eso posiblemente dejaba su portfolio por los suelos.

Encontrarse a Raúl era lo que menos esperaba y sin duda, lo que más le trastocaba. Habían sido muchas, las veces que había perdido un proyecto y aunque estaba preparado para otra derrota, en el fondo, deseaba una victoria.

A falta de media hora para que diese comienzo la reunión, decidió salir fuera para tomar un poco de aire. Sin saber por qué, se sentía abrumado y, muy a su pesar, un cero a la izquierda, como se sintió muchas veces con su hermano Gael. El mayor de los Moore no solamente fue un hacha con las notas de la universidad, sino que profesionalmente hablando se abrió camino con facilidad.

Sí, a Gael le habían bastado menos de cuatro años para abrirse puertas en el mundo financiero y bancario de Washington, ocupando los primeros puestos de popularidad y desbancando a muchos otros. En cambio, él llevaba seis malditos años de un lado para otro sin conseguir nada de provecho, porque para qué negarlo, los pocos trabajos que había conseguido de lo suyo, habían sido pequeñeces. Decepcionante, su vida era decepcionante…

Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora