Capítulo 29

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Boda Gael Moore & Amelia Trambel

El encuentro con su tía Kiara y su abuela a la entrada de la iglesia había sido muy emotivo. Tanto que ambas mujeres habían cedido a la emoción del momento, rompiendo a llorar de inmediato. Nathaniel las había abrazado por unos largos minutos hasta que Enzo le echó una mano con las féminas que poco o nada querían separarse de él.

—En tu familia lloráis demasiado… —susurró la pequeña mientras esperaban la llegada de la novia.

—¡Bianca!

Nathaniel las miró de reojo y sin poderlo evitar lanzó una sonrisa que Gael captó desde el altar.

—Son unos llorones —prorrumpió Taylor desde el banco de atrás.

El Moore fusiló a su primo con la mirada para a continuación, centrarse en la niña.

—¿Crees que llorar es malo?

—Yo a veces lo hago —dijo encogiéndose de hombros —, pero suele ser por algo malo.

—En la vida también hay cosas bonitas que nos hacen emocionarnos y no está mal. Nunca debes olvidarlo.

Aurora miró con orgullo al hombre que tenía a su lado y que de forma inesperada depositó un beso en sus labios.

—¡Agh! Eso también lo hacéis demasiado.

El arquitecto rompió a reír hasta que el piano comenzó a sonar, dejándolo enmudecido. Automáticamente todos se colocaron en pie y miraron hacia la entrada de la iglesia por donde Amelia comenzaba a avanzar del brazo de su querido padre, Jhonny. Nathaniel por un instante se tensó al verla. Ahí estaba ella. Irradiando felicidad y más guapa que nunca. Los ojos verdes de la Trambel eran como dos enormes charcas, pero su belleza no se quedaba ahí. El vestido la hacía brillar más que nunca, al igual que su cabello moreno…

—¡Ala! ¡Qué guapa! —exclamó Bianca a su madre que estúpidamente comenzaba a sentirse insegura.

Jhonny entregó a su adorada hija a Gael, que la sostuvo lleno de emoción. Sin embargo, enseguida los ojos de la novia viajaron al segundo banco, conectando con los de Nathaniel. Ella enseguida miró a su prometido y Gael, como si fuera algo que tuviesen estipulado, la instó a andar hacia el otro Moore que se mantenía completamente firme.

De pronto, todas las miradas fueron a ellos, pues… ¿Qué hacía la novia abandonando el altar? Nathaniel, lejos de quedarse ahí, salió al pasillo central para abrazarla con anhelo y entonces, todos sus miedos se disiparon. Quería a Amelia, por supuesto, pero ahora tenía claro que era el mismo tipo de cariño que le tenía a su hermano. 

—Me alegro de que estés aquí —susurró ella evidentemente emocionada.

—Estas preciosa.

La Trambel sonrió y con su mejor intención tomó la mano de Nathaniel para llevarlo junto a Aurora que se sentía vilmente observada por todos los invitados. A continuación, él afianzó el agarre e instantes después besó la mano de la mujer que sí o sí quería en su vida.

Gael sonrió ante el reencuentro y recibió a su prometida con un escueto beso que a ella la hizo sonreír. Aquel era, sin duda, el mejor día de su vida…

Cuando la ceremonia inició, Nathaniel aprovechó para acercarse un poco más a Aurora, dándola un delicado beso en la base del cuello. La conocía demasiado bien y también conocía sus miedos, por lo que intuía la gran batalla mental que debía atravesar en aquellos momentos. Batalla que no le convenía y que poco o nada se acercaría a la realidad.

—Te amo —susurró para recordarle que ella era la mujer que amaba por encima de todas las cosas.

Aurora sonrió, pero ahora que veía a Amelia, ahora que la tenía frente a sus ojos, sabía que no tenían nada que ver. Su físico y su complexión distaban mucho, por lo que no llegaba a comprender el cambio de registro de Nath.

Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora