Capítulo 14

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Aurora se sentó frente a él y aunque intentaba aparentar la seguridad que portaba cuando estaba en su papel de jefa, le temblaban las manos. Nathaniel las tomó entre las suyas, resguardandolas con cariño y llevándoselas a la boca para besarlas con cuidado.

—No hagas eso… —pidió ella viendo cómo el hombre trataba de acercarse más.

—¿El qué?

De pronto, se vio abordado por la boca de la mujer que lo buscó con urgencia, correspondiendola de inmediato. La estrechó contra su cuerpo y la besó con desesperación, no pudiendo reprimir más sus ganas. Aurora era su perdición, nada más que ella…

—Tenemos que hablar… —susurró ella mientras continuaba depositando besos en la boca del Moore.

—Pensé que era lo que íbamos a hacer, pero… Joder, eres mi postre favorito.

Nathaniel se recostó sobre ella, oprimiendola contra su cuerpo a la vez que besaba y tocaba cada parte de piel que tenía disponible. Aurora, cedió a sus encantos, recogiendo una de sus piernas para permitir que los firmes dedos del hombre avanzasen por el exterior de sus muslos.

—Me moría de ganas de besarte —secundó bajando la intensidad de su exploración al recordar la presencia de Bianca.

—¿Ha sido difícil?

—¿El qué? ¿Controlarme?

Aurora negó y entonces, poniendo un poco de cordura, lo empujó con suavidad para retomar la postura inicial.

—La cena de tres…

—Es… diferente —admitió queriendo ser sincero —. No entrará en mi TOP 3, pero tampoco está en último lugar.

La vió sonreír, aún así, seguía viéndose angustiada por lo que sacó del bolsillo de la chaqueta el pasador de madera que él mismo había tallado, ofreciéndoselo. Enseguida lo tomó entre sus manos y con evidente congoja, afirmó:

—No estamos hechos el uno para el otro.

Nathaniel sintió que le oprimían el pecho de nuevo. ¿Por qué tenía que ser así todo con ella? Odiaba aquellas subidas y bajadas repentinas.

—¿Y lo sabes por…? —quisó saber de inmediato.

—Quieres tener hijos…

Él suspiró. ¿Cómo no había caído antes en aquel pequeño detalle?

—Nunca me lo he planteado, aunque supongo que es algo que no me importaría.

—Tengo 42 años, Nath… Ser madre de nuevo no es algo que contemple.

—¿Por qué te estás preocupando por algo que ni siquiera ha llegado?

—Porque si es lo que deseas no tiene sentido que permanezcas a mi lado.

Nathaniel bufó. ¿Desearlo? No. Cómo había dicho, ni siquiera era algo que se había planteado.

—Yo solamente sé que me gustaría tener mi propia familia y, Aurora, eso ya lo tendría con vosotras.

Los ojos de Aurora centellearon de emoción, aunque aún, una pequeña parte de ella sabía que aquella discrepancia podía ser fatal en el futuro.

—¿Cómo sabes que funcionará?

—No lo sé, pero jamás lo sabremos si no lo intentamos. ¿No crees?

Nathaniel colocó el pasador sobre un mechón suelto y a continuación, la volvió a besar, pero en esta ocasión, lo hizo con más delicadeza, con más ternura, interfiriendo en los pensamientos negativos de Aurora. Era un hecho, cada vez que la besaba, cada vez que la tocaba, la sentía un poquito más cercana y por supuesto, entregada.

Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora