Capítulo 9

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María había llegado puntual a su cita, lo que le había permitido coger un buen lugar en el restaurante para controlar la puerta de entrada. Se sentía como un jodido acosador, aunque con pequeños matices que lo dejaban muy lejos de serlo, pero necesitaba verlo con sus propios ojos, necesitaba aquel baño de realidad para definitivamente sacarla de su mente.

Posiblemente Aurora tenía razón y ellos no pintaban nada juntos, porque para empezar, el sitio no era de su estilo. El restaurante era demasiado formal, no dudaba de que la comida fuese exquisita, pues poseía una estrella Michelin, pero sin duda, si él la hubiera tenido que llevar a cenar a algún lado, no hubiese sido aquel.

—¿Cómo te has enterado?

Nathaniel miró a María. Esta se había dejado el cabello suelto y había escogido un precioso vestido granate para la ocasión. Vestido que acentuaba su esculpido cuerpo. Era ceñido, quizá demasiado, pero María solía vestir así, además de lucir un pretencioso escote.

—Gael me ha invitado.

Su mirada de sorpresa lo dijo todo. No obstante él no estaba interesado en ahondar demasiado en aquel fastidioso tema por lo que bebió un poco de vino, esperando su respuesta.

—¿Tu hermano te ha invitado? —preguntó estupefacta.

—Sí —afirmó mientras contemplaba la puerta que se abría continuamente para recibir nuevos clientes.

—¡Vaya! ¿Y qué vas a hacer?

—Ir no entra en mis planes.

—Por lo que veo la cosa sigue tensa entre vosotros…

Nathaniel asintió. María conocía la historia un poco por encima y aunque no había entrado jamás en muchos detalles ella era de las que pensaba que quizá, Amelia Trambel, no era para él.

—Ha pasado mucho tiempo.

—Lo sé —indicó el hombre con los nervios a flor de piel.

—¿Aún la quieres?

Aquella pregunta llegó en el momento más inoportuno, pues Aurora acababa de llegar al restaurante acompañada de un hombre que era mucho más mayor que ella. Ni siquiera sabía si la palabra mayor le hacía justicia, pues estaba seguro de que su edad rondaba la edad de jubilación en España. Sí, sin duda, si aquel era el tipo de hombre que buscaba estaba muy lejos de serlo.

Ella, como siempre, estaba impecable, pues había vuelto a escoger un traje de tres piezas, sin embargo, lo que llamó más su atención fue el pasador con forma de peonía que lucía en el pelo. Sus ojos se encontraron y fue entonces cuando rompió a toser al recordar la pregunta que María acababa de formular.

Bebió un poco de agua e intentó aclararse la garganta ante su amiga que lo miraba alucinada, mientras que con sus ojos, seguía a la otra pareja hasta un pequeño reservado.

—No —respondió tajante.

—Ya… se nota —murmuró María ofreciéndole la servilleta.

—Hace mucho tiempo que dejé de amarla.

Y no era mentira. Amelia era importante en su vida, por supuesto, era prácticamente de la familia, pues se habían criado juntos desde pequeños, pero ya no la quería, al menos, no de la forma que llegó a hacerlo… Convencido de lo que decía centró su atención en la mujer que realmente le interesaba.

—¿La conoces?

—Es mi jefa… —contestó mosqueado por la cercanía que aquel hombre se empeñaba en generar con Aurora.

—Te la has follado.

Nathaniel la miró, pero ni siquiera se molestó en negarlo, era absurdo, igual de absurdo que le estaba pareciendo estar pendiente de una mesa que no era la suya, por lo que se centró en el plato que tenía delante.

Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora