Capítulo 5

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Nathaniel llegó a primera hora a las instalaciones de A&D. Había pasado más de veinticuatro horas esperando algún tipo de respuesta o al menos, algo que concretase su horario de entrada, sin embargo, seguía sin tener nada y eso era desesperante. Aurora no sólo había pasado de él, sino que además, parecía estar interesada en borrarlo de su vida y eso le desquiciaba, porque estaba volviendo a experimentar aquel desasosiego que experimentó en su día con Amelia y no. No quería llegar a aquel extremo. No quería encapricharse de ella, mucho menos enamorarse.

El lugar era cuanto menos curioso, pues en la planta principal, repartidos por la sala, había numerosas maquetas expuestas de construcciones que había llevado a cabo la compañía. Por supuesto, no dudó ni un segundo en pasar por cada una de ellas para deleitarse con el buen gusto, estilo y elegancia que tenían la gran mayoría. Y ya dados, para fisgonear la placa donde se exhibía el nombre del arquitecto que lo había llevado a cabo.

—Bienvenido a la compañía, Sr. Moore.

Escuchar la voz de Aurora a su espalda le hizo contener la respiración durante unos segundos, segundos que tardó en girarse para plantarle cara. La fémina hoy estaba más guapa que nunca, lucía impecable y no se refería solamente a su manera de vestir, si no en el brillo que tenía su rostro. Inevitablemente la estudió a conciencia para intentar adivinar si ella también lo había extrañado, pero perdió en el intento cuando se perdió en los jugosos labios de la mujer que se separaron para soltar algo de aire.

—¿Sr. Moore?

Nathaniel enseguida se percató de que tenía la mano de Aurora extendida para estrechar la suya a modo de saludo, por lo que, la tocó. La envolvió con profesionalidad, rompiendo la distancia que les separaba, lo que le permitió embriagarse con el aroma que lo estaba elevando a un estado de nervios sin control.

—Buenos días, Sra. Molina.

Ella sonrió satisfecha por su reacción, pues había pasado las últimas horas arrepentida de haberlo invitado a Madrid, pues inevitablemente temía que perdiese el control frente al resto de empleados aireando su vida íntima y sexual.

—¿Qué le parecen? —preguntó haciendo referencia a las maquetas que tan minuciosamente había visto.

—Hay algunas que son increíbles…

—¿Algunas?

La cara de incredulidad de Aurora no pasó desapercibida para él. Era un trabajo excelente, sin duda, pero algunas resaltaban más que otras. Con lentitud tomó distancia de la mujer para acercarse a la última maqueta que había visto. Se trataba de un edificio que habían levantado en Suecia donde él mismo simulaba como si alguien lo estuviera retorciendo…

—Esta construcción transmite lo que a otras les falta…

Ella lo miró esperando una aclaración. Nathaniel, una vez más, se vio obligado a bajar la mirada y no caer en la terrible tentación de besarla, porque en aquel momento únicamente había una duda que asaltaba su cabeza y era si el dulce sabor de sus labios se mantenía. Tomó aire mientras analizaba el giro del edificio y las perfectas líneas que dibujaba…

—Transmite dolor, desesperanza, pero a la vez belleza.

El edificio en gran medida le recordaba al cuerpo de Aurora, pero aquello no pensaba decirlo en voz alta, no pensaba ridiculizarse más. Aurora miró la maqueta como si nunca hubiera sido capaz de encontrar aquello que Nathaniel había indicado. En verdad, estaba maravillada con el punto de vista del hombre, pero tampoco lo iba a admitir.

—Pensé que no vendría, Sr. Moore.

—Quería escuchar su propuesta. Aún no he tomado una decisión.

Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora