Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅

Capítulo 6

—Tenemos ante nosotros lo que puede ser el gran proyecto del año.

Aurora había reunido a todos los arquitectos para explicar y detallar la increíble oportunidad que tenían ante ellos. La empresa más gorda de telecomunicaciones quería un boceto, pero no solo esa, si no también la constructora más grande de España. Al parecer, querían hacer un proyecto en la zona norte de Madrid con un diseño único y exclusivo. Este constaba de diez casas individuales con diferentes características y necesidades que cubrir.

—Es inviable… —susurró Nathaniel rompiendo la euforia de Aurora.

—Aquí nada es imposible, Sr. Moore.

Todos se mantuvieron en silencio. ¡Vamos! ¿Nadie veía lo mismo que él? Sin duda, todos preferían tener la boca cerrada que llevarle la contraria a la jefa.

—Si usted lo dice…

—¿Qué insinúa?

—Para empezar nos falta tiempo. ¿De verdad piensa entregar once bocetos en menos de tres semanas?

—No tiene la obligación de hacerlo, Sr. Moore. Sí no se encuentra capacitado para ello, no presente su propuesta. Otro lo hará.

Nathaniel apretó la mandíbula con fuerza. Por supuesto, sin propuesta, no cobraba y eso solamente significaría un montón de ceros menos en su cartera.

—¿Por qué en lugar de retarme a mi no gasta su tiempo en pelear por unas condiciones dignas para sus empleados?

—¡Fuera! —gritó Aurora superada por la presión — En media hora lo quiero en mi despacho.

—Como quiera…

Nathaniel se levantó cabreado y ante el murmullo del resto de compañeros abandonó la sala. ¿Cómo pensaba hacer once bocetos en menos de tres semanas? Aquello simplemente era un imposible, al menos, en su caso, pues le gustaba realizar un estudio previo y por supuesto, probar varios diseños.

—¡Ni se te ocurra volver a hablarme así! —vociferó Aurora mientras entraba al despacho hecha un basilisco.

—Por favor, aclarame cuando debo tratarte de usted y cuando puedo tutearte —pidió ignorando el portazo de la mujer que evidenciaba su enorme cabreo.

—Nathaniel…

—¿Sí?

—¿Se puede saber a qué narices estás jugando? Llevas dos semanas aquí. ¿Con qué derecho te crees para hablarme así delante de mis empleados?

Habían sido dos semanas poco productivas para él, pues en realidad Aurora había estado cerrando viejos proyectos, lo que le había dejado sin demasiadas posibilidades… Así que, había estado gran parte del tiempo trabajando en algo especial.

—Lo siento, no volverá a ocurrir.

—¿Me vas a decir que te ocurre?

—¿Sabes el tiempo que conlleva hacer un boceto de esa magnitud?

—¿De verdad estás así por eso o hay más? —indagó con evidente preocupación.

Había más, por supuesto. Nathaniel llevaba dos semanas viviendo no solo con la indiferencia de Aurora, si no con la presión de la familia para que solucionara sus problemas con Gael, porque según ellos, él no podía faltar al enlace.

—Supongo que nada que sea de tu incumbencia —escupió para no pasar aquella barrera que se habían autoimpuesto.

—Como quieras…

Aurora tampoco tenía un buen día y discutir con Nathaniel era lo que menos le apetecía, por lo que sin más le lanzó la carpeta con el nuevo proyecto. Él lo cogió y se levantó dispuesto a marcharse.