Nath - La Leyenda De Un Moore | Erótica + 18 | Completa ✅

Capítulo 20

—Mamá, ¿desde cuándo alguien que no seas tú puede conducir tu coche?

Nathaniel sonrió con satisfacción. No solo había conseguido convencer a Aurora de que le cediese el vehículo, si no que además, había logrado que se subieran al coche sin hacer demasiadas preguntas.

—Nathaniel tiene carnet —trató de justificarse mientras echaba un ojo a la parte trasera.

—Así que cuando sea mayor y me saque el carnet me dejarás conducirlo.

—Ya veremos, cielo, ya veremos.

—¡¡Eso es injusto!! —vociferó cruzándose de brazos con cierta indignación — ¿Cómo lo has conseguido?

Sexo… mucho, pero que mucho sexo, respondió para si mismo mientras tomaba la salida correspondiente. Pero claro, aquello era algo que no le podía decir a la pequeña, por lo que tras pensar con rapidez, contestó:

—Me he ganado la confianza de tu madre y ella, a cambio, me ha dejado conducir su coche.

—Mamá ya confía en mí…

—Estoy seguro de ello, pero creo que deberás demostrarselo durante todos estos años.

—¿A qué edad puedo sacarme el carnet?

—A los 18 —musitó Aurora viendo dónde se dirigían —. ¿Esto es lo que consideras un sábado inolvidable?

El arquitecto sonrió cuando un intenso chillido proveniente de la parte trasera del coche los sacudió. ¿Acaso ir al parque Warner no era un buen plan para hacer en familia? Evidentemente la mujer no pensaba igual, pero Nathaniel pensaba hacerla cambiar de opinión.

—He hecho un trato con tu madre, a ver qué te parece… —dijo mientras aparcaba el vehículo y se giraba para mirar a la pequeña —. Yo me montaré contigo en cada una de las atracciones a la que tu madre no quiera subir y ella nos esperará abajo para recoger lo poco que quede de mi.

—¿Puedo mamá? —preguntó con evidente ilusión.

—Puedes, pero deberás obedecer a Nath. ¿De acuerdo?

—¡¡Bien!!

Nathaniel le guiñó el ojo a la mujer que comenzaba a ceder ante el plan, pues… ¿Quién se podía negar a escucharlo gritar como un crío?

En el interior…

—¿Estás segura de que te quieres montar ahí? —preguntó Aurora que miraba la enorme montaña rusa tematizada con uno de los superhéroes de DC.

—¡Oh! ¡No fastidies mamá! ¡Tiene que ser la caña!

Aurora bufó. ¿De dónde diablos había sacado su hija aquellos gustos? A continuación, miró de reojo a Nathaniel que parecía divertirse más que la pequeña…

—¿Habías estado aquí antes?

—No —inquirió mientras Bianca lo tomaba de la mano con ilusión, pillandolo desprevenido —. ¿Nos esperas aquí abajo?

—¡Por supuesto! No pienso subirme a ese trasto.

Él sonrió y con discreción se aproximó a su mejilla para regalarla un pequeño beso que la hizo suspirar.

—¡Vamos que se nos cuelan! —gritó Bianca mientras tiraba con ímpetu del brazo del Moore.

Nathaniel corrió con la pequeña a la cola que continuaba dentro de una especie de edificio que mantenía la temática del personaje. En aquel momento, revisó el mensaje que tenía de Taylor, su primo:

"Todo bien. Con mucho lío. Ya me he enterado que tus padres van a Madrid."

"¿Por qué no vienes con ellos? Me gustaría verte."