VII.X

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Cuando abrí los ojos, me di cuenta de que estaba amaneciendo. Había estado inconsciente durante almenos un par de horas.

Traté de levantarme y cuando lo hice estuve a punto de caer al suelo una vez más.

Mis ojos estaban completamente blancos, tenían un brillo especial. Era ese brillo del que Draco me había hablado antes?

Pero eso no era lo único diferente, en mi cabello habían aparecido dos mechones blancos.

Además, sentía algo raro en mi interior, era como si la magia corriera por mis venas y me hacía sentir muy poderosa.

Ahora si, Pansy no me iba a impedir llegar a Hogwarts.

Me cambié de ropa y me dirigí a la cama, Estrella seguía durmiendo plácidamente.

Dejé un beso sobre sus mejillas y la volví a meter en su cuna. Esperaba que esta no fuera la última vez que la viese.

Salí de mi habitación y me dirigí al jardín, sabía que desde ahí podría aparecerme.

Llegué al jardín sin ser descubierta por Pansy, y miré mis manos. Dejé salir mi magia y el cielo se iluminó de blanco, segundos después sonó un trueno.

Así que dejé salir toda mi magia. Cerré los ojos y me aparecí en Hogwarts.

Otro fuerte trueno sonó, y cuando abrí los ojos me encontraba en el bosque prohibido.

Así que empecé a caminar hacia Voldermot, sabía dónde estaba, podía sentir su magia oscura.

Cuando finalmente salí del bosque, caminé hasta la escuela y empecé a correr con la intención de matarlo, sería yo quien lo matase.

Mientras corría pude ver a mi esposo junto a sus padres.

-Halley!-gritó Draco al verme pasar delante de ellos

Pero no me quedé a responder, por que lo había visto. Él luchaba contra mi hermano Harry.

De pronto, ambos pararon, por lo que supe que ese era mi momento.

Con mi magia le quité la varita de sauco, esa varita que no le pertenecía.

Él se giró para ver quien le había quitado la varita y se encontró con mi mirada.

-Tu reinado acaba aquí maldito, Avada Kedabra!

El hechizo salió de la varita, pero con la diferencia de que no era verde. Era blanco. La mágia de la varita de Sauco se había combinado con mi propia mágia, lo que la hacía muchisimo más fuerte.

Cuando aparté la varita, pude ver como él se convertía en polvo y desaparecía.

Ahora si, Voldemort era historia.

El viento se llevó ese polvo y miré a mi hermano.

Harry empezó a acercarse a mi y cuando estuvimos lo suficientemente cerca, hablé.

-Había otra profecía-aclaré-era yo quien debía matarlo

-Cállate-respondió mientras me atraía a sus brazos

Mis ojos se llenaron de lágrimas al abrazarlo, era la propia emoción en mi cuerpo.

-Lo siento Halley, lo siento por todo-se disculpó

-No pasa nada

Cuando nos separamos del abrazo, Draco estaba detrás mio, por lo que me lancé a sus brazos.

-Estás vivo!-le sonreí

Sin dudarlo, lo besé. Ahora eramos libres.

-Hall, creo que hay algo que deberías ver-habló Harry-vayamos dentro. Vienes Draco?

Nagini || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora