Nagini || Draco Malfoy

IV.VIII

-De verdad Halley, te juro que tus hermanos desde que llegasteis hace días están increiblemente raros-se quejó Sirius-que diablos les pasa, tu sabes algo? Tu hermana no quiere salir de su habitación y tu hermano tiene un humor de perros, sin duda no era lo que hubiera esperado para nuestras primeras vacaciones de navidad, los únicos momentos dónde he podido estar con todos vosotros reunidos fue el día de navidad para abrir los regalos, tras eso parece que estemos solamente nosotros en casa

-Lo lamento Sirius-se disculpó Halley

-Tal vez la llegada de los Weasley les anime un poco, no crees? Por que no te quedas tu también?

-Los Malfoy me esperan-respondió Halley-y quiero pasar con ellos el resto de las navidades

-Cierto, que irás con tu novio-se burló él

-Dejala tranquila Sirius-sonrió Remus

Los tres habían salido a pasear por Londres, no llovía aquella tarde, por lo que se abrigaron y decidieron salir a pasear por la ciudad.

-Remus te lo puedes creer? Tiene novio!

-Bueno, la verdad es que tampoco me parecía raro, les di clases durante un año y sabía que iba a terminar pasando

-Pero es una niña! Su padre me mataría en cuanto se enterase

-No lo haría, sabe que Halley es feliz

-O almenos más que sus otros dos hermanos-siguió Sirius-deberíamos de darle a Halley un premio, lleva aguantandonos todas las navidades y eso merece un reconocimiento. De igual manera creo que se nos está haciendo tarde, no sería una mala idea regresar a casa y prepararnos para la cena

-Además tengo que terminar de hacerme el equipaje-sonrió Halley

-No me recuerdes tu abandono!-dramatizó Sirius

Los tres regresaron un rato más tarde a la casa y una vez ahí Halley decidió agarrar una bolsa de dulces que había comprado y buscar a su hermana para tratar de hablar con ella.

Subió hasta su habitación y la encontró sentada en su cama, leyendo en silencio.

Halley entró a la habitación y se sentó a los pies de la cama, abrió la bolsa de dulces y le dio uno, pero ella no llegó a agarrarlo.

-Se que no están siendo tus mejores días, así que te he traido tus dulces favoritos

Harper finalmente lo agarró y se lo llevó a la boca.

-Gracias-respondió secamente

-Quieres que hablemos? Quieres que hagamos algo juntas? Mañana me marcho y no hemos pasado nada de tiempo juntas

Harper siguió comiendo el dulce, pero no respondía, simplemente iba mirando a su hermana a momentos.

-Venga, hagamos algo-sonrió Halley-tal vez puedas ayudarme a hacer el equipaje, quiero animarte Harper

-Tampoco te he pedido que lo hagas, la verdad-respondió ella

A Halley le dolió el comentario de su hermana, por lo que no quiso molestarla más.

-Vale, perdoname-suspiró Halley mientras se levantaba de la cama

Harper se arrepintió inmediatamente de haber tratado mal a su hermana, ella era su hermana gemela, quien nunca se atrevería a tratarla mal.

Sus ojos se llenaron de lágrimas en cuanto la vio salir, por lo que sin duda fue tras ella y se abrazó a su espalda.

-Perdoname Halley!-sollozó Halley