IV

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Checo despertó en la enfermería improvisada. Llevaba puesto un suero en su mano derecha.

Se incorporó al notar que se había perdido la segunda práctica. Su situación no se encontraba muy bien.

—Para ahí —la voz de su jefe le obligó a mirar hacia la puerta más próxima.

—Yo lo lamento —murmuró avergonzado el mexicano.

—¿De qué exactamente? —respomdió Horner.

—De haber perdido la práctica dos —la pena se escuchaba a través de las palabras de Checo.

—¿Y sólo eso? —la severidad  en la voz de su jefe lo hizo extrañarse.

—Sí —se limitó a responder.

Horner entró a la habitación a paso ligero pero tenaz.

—¿Y no vas a decirme porque mi coche tiene restos de sabotaje?

Checo miró a su jefe con extrañeza e incredulidad.

—¿A qué te refieres?

—El tablero, el volante incluso tu bebida ¿No? ¿Nada de eso? —Horner no quería ser tan rudo con Sergio. Entendía la presión que este tenía y el porque podría haber hecho aquellas cosas. Pero no justifica tal conducta.

—Te seré lo más honesto que puedo ser. No tengo idea de lo que hablas. De lo único que estoy seguro es que ese maldito pitido en mis auriculares durante toda mi primera práctica estuvo a punto de volverme loco. Después de eso el mareo —Checo se encontraba nervioso. Temeroso de perder el lugar que con tanto esfuerzo se ganó.

—Mandaré a investigar que sucedió realmente. Pero me temo que si se encuentran rastros de tu participación te irás de la escudería y mucho peor de la F1 —Horner entendía los nervios de la primera vez. Sabía lo que es llegará un nuevo equipo. Pero no podía justificar del todo lo ocurrido.

—¿Y Max? —Checo preguntó y no sabía exactamente el por qué.

—Él está bien. Concluyó con éxito la práctica y se posicionó en primero. Rara vez Max falla.

—Me alegro —murmuró aún mareado el piloto.

—Mientras tanto tienes todo el día de hoy para recuperarte. Mañana participaras en la quali.

—¿Pero? —Checo ni siquiera pudo terminar la frase. Cómo era posible que iba a hacer la quali si no se presentó en la segunda práctica.

—Ve y gana la pole. Ya después me lo agradecerás —Horner se dió media vuelta y se fue dejabdo al mexicano pensativo y dudoso.

¿A caso eso no era trampa?


Max miraba por la ventana de las oficinas  la pista de carrera. Había gente caminando con documentos y muchos mecánicos de las diferentes escuderías.

Aún no había un rival para él. Estaba tan seguro de si mismo y tan orgulloso. Sus logros, los trofeos el reconocimiento le engrandecían aún más.

—Max —Lewis Hamilton le saludó desde la parte de abajo del balcón. Un monton de reporteros lo acompañaban. Y es que era el favorito para esa temporada. A pesar de haber perdido con Max el año anterior. Aún tenían esperanzas.

<<Que idiotas>> pensó y sonrió con burla Max al ver la esperanza del regreso de Hamilton.

—Ya me han dicho del nuevo —esta vez Lewis gritó fuerte para llamar la atención de todos— ¿no me digas que tienes miedo? —el veneno en las palabras del piloto hicieron que la ira se disparara en Max quien había estado tranquilo toda es tarde al ver las condiciones en las que Checo habia perdido la segunda práctica.

SunshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora