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Todo comenzó a ir como en cámara lenta.

Un mundo entero explotando lanzando miles de fragmentos por todos lados y un solo hombre caminando en medio sintiendo todo eso dentro de su pecho. No podía hacer más que ser el espectador de una historia que pudo terminar mejor. Que merecía terminar mejor.

Agachó la cabeza derrotado.

¿Qué más podía hacer?

¿De qué otra manera se podía hacer a un lado y dejar de perjudicar a la única persona que amaba más allá de las fuerzas inimiaginalbes?

Jos se lo había dejado bien claro.

"Max ha trabajado por esto desde que era un niño. No puede echar a la basura su próximo campeonato por un hombre como tú. Él ya tenía planes, todo organizado y prácticamente ganado ¿Qué le ofreces tú?"

Y era verdad ¿Qué le podía dar él?

Un chico mexicano que tuvo su primer golpe de suerte cuando fue llamado a ser el compañero del mejor del mundo. Lo que menos deseaba era ser el responsable de desplomar todo aquello. Max no lo merecía. No merecía ser el centro de burlas, ni el perseguido de la prensa.

Cuando Kelly Piket y Jos Verstappen fueron a verlo le dejaron clara una cosa:

" Max es más que un hombre queriendo soñar en grande. Sabes que Max es la clase de hombre que ya lo tiene y que merece seguir teniéndolo. En cambio tú. Tú solo eres un soñador quien no podría tocar las estrellas nunca'

"...Entonces déjalo seguir siendo el campeón, el único que podría llegar a lograr cosas inimaginables"

Checo sentía como le apretujaban el corazón con cada mirada que Max le lanzaba. No podía seguir siendo su obstáculo a la grandeza.

Nunca se lo perdonaría.

—Hemos decidido dejar el asiento de Red Bull Raicing sin ningún tipo de penalización por faltar al contrato —anunció el abogado de Checo—. Mi cliente a firmado los acuerdos hechos con la empresa.

Los padres de Kelly, ella y Jos aplaudieron su victoria.

—Ya era hora —sentenció satisfecha la mujer delgada y estilizada que se levantó para abrazar a Max que seguía atónito mirando a Checo desde el metro de distancia que los separaba.

—No es como me hubiera gustado que terminarán las cosas Checo —, murmuró a modo de disculpa Horner—. Solo que Max es nuestro máximo campeón y nuestro mayor objetivo es mantenerlo en ese título unos años más. Eras una joven promesa del automovilismo. Lamento lo que han hecho contigo.

Checo seguía sin decir nada. Miraba la mano de la mujer que estaba a su lado y que le apretaba la suya a modo de confort. Aún así no podía dejar de sentir la mirada de Max que lo taladraba.

—¿Serás así de cobarde? —dijo Max al cabo de unos segundos que se tornaron eternos.

—Hijo no pierdas el tiempo. Él ya tomó su desición por si mismo —Jos trató de sentar a Max quien se aferró a quedarse donde se encontraba.

—Existen un par de anuncios que mi cliente dará a medida que avancen los días posteriores a su renuncia. Cosas más personales que estamos seguros ya no afectarán al actual campeón. No tendrían porqué.

Horner asintió. Jos intentó una vez más as sentar a Max. Kelly sonreía satisfecha desde la silla a lado de sus padres. Nelson y su mujer asentían aprobando las desiciones tomadas. Y Checo...

Checo sentía como se iba hundiendo en un agujero negro donde no existía nada. Ni luz, ni sonido, ni amor, ni odio.

La nada absoluta.

SunshineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora