¿𝗝𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀? || 𝗛𝗲𝗻𝗿𝘆 𝗗𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿

Me rindo

Miércoles 19 de febrero
(07:23)

En la casa de los Hart

A la madre de la familia siempre le gustaba los desayunos, en especial si eran en familia. Las conversaciones para saber que harán cada uno de sus hijos durante el día, conectar como familia aunque sea una vez, ya que es más difícil juntarlo todos para la cena.

Esta vez lo había planeado perfecto, hasta había cronometrado el tiempo para que llegaran todo a tiempo a donde tenían que ir.

Su esposo ayudo mucho con lo desayuno y acabaron justo a tiempo. Los hermanos estaban bajando de las escaleras, metidos en sus asuntos como siempre, se sentaron en los mismos sitios y esperaron a que sus padres se sentaran.

—¿Cómo amanecieron? —preguntó Kris sentándose.

«Con frío», «bien».

—El desayuno está listo —avisó Jake colocando los vasos con jugo de naranja que faltaban—. Espero que les guste —comentó sentándose al lado de su esposa.

—Está rico, papá. ¿Nueva receta? —consultó el chico.

—¿Cómo lo supiste?

—Sospeché.

Ambos sonrieron y todo parecía perfecto, hasta que comenzó a sonar el reloj del hermano mayor. Se miró con su hermana y se pusieron de acuerdo para empezar a excusarse por lo que iban a hacer.

—El desayuno se ve precioso, pero... nos tenemos que ir —avisó Henry dejando el vaso en su sitio.

—Sí, ha surgido una emergencia y tengo que llevarlo lo más rápido posible a la tienda, así que...

—¡No! —exclamo Kris dejando a sus hijos confundidos—. No van a ir a trabajar hoy, están castigados.

—¿Qué?

—¿Por qué? 

—Han trabajo demasiado últimamente y no estamos pasando tiempo en familia, gracias a eso. No sé que esta pasando con sus vidas. Si no fuera porque están felices, no supiera de que están muy felices con sus parejas.

—¿¡Volviste con Jasper?! —le preguntó a su hermana.

—Metete en tus asuntos.

—¡No! Ya no más —dijo Kris—. Hoy, los dos se quedaran en esta casa, sin tecnología. 

—¡¿Qué?! —respondieron ambos, pero la menor más fuerte.

—Nada de tecnología, solo tienen dos minutos para avisarles a sus amigos y parejas que van a estar todo el día en familia.

—No puedes hacer eso, mamá —se opuso Henry—. Estamos trabajando muy duro para tener... dinero y podernos mantenernos sin necesidad de ustedes. En especial yo. No me parece justo este castigo solo por trabajar.

—¿Así vas a gastar tu minuto que te queda? —preguntó su madre seria.

—Me demoro en escribir, dame unos segundos más —pidió sacando su teléfono.

—Cincuenta segundos.

Desde hace mucho tiempo los hermanos no habían sentido tanta presión para terminar algo lo más rápido posible.

—Sus teléfonos. Ahora —extendió sus manos a cada uno.

—Listo —avisó Piper antes de entregarle su celular a su madre.

—¿Qué?

—El tuyo, Henry —pidió Kris—. No me hagas darte dos semanas.

—Todo tuyo —le entregó su celular.