¿𝗝𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀? || 𝗛𝗲𝗻𝗿𝘆 𝗗𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿

¿Qué es esto?

Martes 18 de febrero
(14:22)

En el parque de Swellview

Era un día de semana donde las personas no salían mucho al parque, ya que estaban trabajando o estudiando, mas sí habían un par de personas. Algunas mayores de edad sentadas dándole de comer a palomas, algunos vendedores, padres llevando a sus hijos a los juegos, otras conversando y una que había sido enviada para llevarle a su jefe un helado especial de ahí para cuando regresara de su misión pudiera comerlo.

—Dile que no se preocupe, ya lo voy a comprar —contestó ___ con el teléfono en su oído—... Solo sigan en lo suyo, yo hubiera ido pero no quería, es muy temprano... Yo también te amo. Bye. Click.

Guardó su celular y camino en dirección hacia donde estaba el puesto preferido de su padrastro. 

Maldijo bajo la vez en que vinieron los dos cuando ella se sentía mal y le hizo probar el nuevo sabor de helado. Ahora cada vez que podía, mandaba a alguien del trabajo para que pudiera traerle uno o, a veces, se desviaba de la misión para comprar uno solo porque se le antojaba.

Al caminar por el parque, con la mente un poco molesta con Ray por eso, porque estaba muy cómoda en la cueva, comenzó a recordar algunos momentos que había tenido a su lado. Ya sea como empleada, pero más como el padre que siempre quiso. 

Pocas veces hablaban de como había cambiado eso en sus vida, mas ninguno se quejaba, porque estaban de acuerdo que fue una de las mejores cosas que habían pasado en sus vida. Ambos se comenzaron a ver nuevas caras del otro cuando empezó esto y así varias de sus respuestas que tenían en un baúl fueron respondidas.

Con el pasar del tiempo se fueron volviendo más unidos y para este punto, Ray ya la consideraba uno de los mejores regalos que le hubiera pasado en su vida, al igual que ___ lo consideraba como el padre que jamás había tenido y no sabía que necesitaba. 

—¡No! ¡No vas a arruinar la vida de mis hermanas como lo haz hecho con la mía! —escuchó la voz de alguien que conocía perfectamente—. Esto fue un error, fue un error hacerle caso a mi mamá y darte una oportunidad más. Te lo dije esa vez y te lo repetiré ahora, solo somos y seremos un premio de consolación para ti. En todo este tiempo estabas feliz con personas al rededor, pero cuando te quedaste solo decidiste venir con nosotros. 

Algo dentro de ella le decía que no fuera o terminaría destruida, aún así fue, porque sentía la voz de su hermano rota. Cosa que no era muy normal en él.

Se detuvo detrás de un árbol que estaba muy cerca de ellos y siguió escuchando la conversación.

—Niño, solo quiero recuperar a mi familia. Te lo he dicho todo este tiempo, quiero volver a ser una familia.

—Tarde, ya tenemos una y créeme que Ray es mucho mejor como padre que tú.

—Ni siquiera me dejas serlo.

—¿Yo? ¿Te recuerdo quién se fue? ¿Quién abandono a sus hijos por buscar su felicidad? Ahora, muchos años después, vienes a nuestras vidas solo para intentar arruinar nuestro estilo de vida (que nos iba muy bien) solo porque el destino —uso un tono burlón— quiso unirnos. ¡Tarde! Y no voy a dejar que te acerques a ellas, en especial a ___. Ha pasado por mucho para que vengas tú y arruines la estabilidad en su vida que tiene. No lo harás. Tuviste tres oportunidades para arreglarlo. Me convenciste mucho con la segunda, pero esta vez será la última que verás mi cara, porque no pienso que entres a mi vida.

—Tal vez tus hermanas digan lo contrario.

—No te vas a acercar a ellas.

—No voy a ir hacia ellas, una de ellas ya vino hacia a mí —Miró el árbol donde estaba la chica—. ___, ¿no? —No respondió—. Tranquila, no te haré nada. Solo quiero hablar contigo, saber que haz hecho en este tiempo y, si tú quieres, entrar a tu vida como tu padre.