¿𝗝𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀? || 𝗛𝗲𝗻𝗿𝘆 𝗗𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿

Hola, extraño

POV de ___

El camino hacia tierra de nadie fue un poco molesto, porque escuchábamos discutir mucho a Ray con la chica, Chapa.

Al llegar, nos colocamos los arbustos que habíamos preparado hace un rato para cuando llegáramos acá nos podamos escondernos a simple vista y nadie supiéramos que estábamos ahí.

—¡Vámonos de aquí! —pidió Ray levantándose molesto.

—Amigo, agáchate.

—Llevamos aquí dos minutos enteros. Me aburro.

—¿Estás bromeando? —pregunté repitiendo la acción de ambos molesta.

—Oye —lo llamó Chapa parándose—, yo estuve encadenada cinco días. ¿Tú no aguantas dos minutos?

—Mi tiempo es más valioso que el tuyo —destacó acercándose a ella—. Dos minutos míos, son como diez días tuyos.

—¡¿Hablas en serio?! 

Una discusión más inicio.

Miré a mi novio molesta, pero él no dejaba ver algo al horizonte. Volteé para verlo y vi luces de linternas apuntando al lugar en el que estábamos. 

Ambos los callamos y les pedimos que se agacharan. Lo hicimos junto a ellos y escuchamos como llegaba alguien. 

Poco a poco levantamos la mirada para saber si nos estaba viendo. No lo hacía, estaba escuchando música y mirando a otro lado.

Era un chico que estaba en un bicicleta que tenía en la espalda una mochila naranja y a su lado un tubo que parecía contener algo adentro.

—¿Es él? —consulté.

—¿Es el que robo tu teléfono? —preguntó Henry.

—No lo sé.

—Con eso tengo. Derritamos su cara y vamos.

Chapa y Ray parecían ir por el chico, ella parecía estar muy contenta; pero Henry los detuvo a ambos.

—¡Alto, alto! Esperen. Hay que acercarnos primero.

Le hicimos caso y comenzamos a caminar sigilosamente, hasta que notamos un auto llegar. 

—Vienen más —avisó Chapa.

—Abajo, abajo, abajo —ordenó Henry.

Corrimos hacia unas rocas y nos agachamos detrás de ellas. 

Lo primero que escuchamos fue una queja, una que conocíamos muy bien. Los cuatro alzamos la mirada un poco.

—Conozco esa voz —dijo Ray—, es...

—El Niñote —respondimos Henry y yo.

—Schwoz —contestó Ray dejándonos muy confundidos—. El Niñote. Iba a decir el Niñote, sí.

Al ver que el villano favorito de Ray se acercaba, nos agachamos un poco. Aunque no pudimos verlos por más tiempo, seguíamos oyendo sus horribles quejas. Tal y como un bebé.

—Muy bien, muy bien. Que sea rápido, ya paso mi hora de dormir y ya estoy de malas.

—¿Quién es ese hombre, bebé? —preguntó Chapa.

—No es un hombre, es el Niñote —contestó Ray— y no me digas bebé.

—No actúes como bebé y no lo haré, bebé.

—Buena esa —la halague recibiendo una mirada mala de Ray—. Dijo lo que pensaba durante muchos años, déjame.

—Y también fue una perfecta respuesta de fuego —me apoyó Henry.