Ni idea

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Jueves 7 de mayo
(16:34)

POV de ___

Habían pasado varios días desde el funeral de la abuela de Henry, también varios días desde que mi mamá esta muy molesta con Ray, pero ya se están arreglando o eso quiero creer, porque al menos lo invita a cenar con nosotros.

Ahora íbamos a ir a otra inauguración por el ego de alguien, así que, Ray y yo, traíamos puestos nuestros trajes, bueno, en mi ocasión, casi. Sé que Schwoz había creado la mascarilla especialmente para que no me incomodara, mas a veces me la quitaba cuando estaba en la cueva para sentirme mucho mejor.

Me encontraba en el sillón. Charlotte estaba afilando las tijeras. Schwoz estaba limpiando su trompeta. Ray estaba ejercitando su brazo.

—¡Yo yo yiggity yo! —dijo Jasper entrando a la cueva.

—¡Yo! —respondió Ray.

—¡Yo! —contestó Charlotte.

—¡Yoggity! —terminó Schwoz.

No entendía mucho ese juego que tenían, así que solo observe en silencio.

—Oye, Charlotte, no pareces ocupada, ¿me puedes ayudar con mi ta-ta-ta-tagety tarea? —preguntó siguiendo el juego mostrando sus cuadernos.

—Lo haría, pero Ray quiere que afile sus ti-ti-ti-ti-tiji... sus tijeras gigantes. Lo siento, no quise continuar.

—Oh, ¿tienes otra gran apertura? —preguntó Jasper mirando a Ray—. Todo eso te encanta.

—Claro que sí. Me encanta la fanfarria. Olor a tienda nueva.

—Mientes —aseguro acerándome a ellos—. Te gusta que cada apertura se trate de ti. Yo te ayudo con la tarea Jasper.

—¡Qué amable! 

Él se acercó hacia la computadora, yo me volteé, caminé hasta mi laptop que estaba en la mesa del sillón, la cerré y después me acerqué a Jasper que estaba sentado en la silla de la computadora con sus pies cerca de los botones.

—¡Yo yo yiggity yo! —dijo Henry entrando por el elevador, tal y como lo había hecho Jasper hace un par de segundos.

«Nop», «ya paso ese momento», «no puedes», «tarde», «cambia de línea, amigo».

—¿Qué? —preguntó confundido.

—Jasper uso esa línea de entrada —avisó Ray.

—Oh... holi... molly... mis pequeños... amiguis.

—Deja de hablar —pidió Jasper.

—Es horrible —opinó Charlotte.

—No lo vuelvas a hacer —ordenó Ray

—¡No! —se quejó viendo las tijeras. Reaccione igual—. ¿Son las tijeras de apertura?

—Así es —respondió feliz.

—¿Tenemos otra apertura? Pensé que ___ había destruido esas tijeras la última vez, porque hiciste que se molestara mucho.

—De hecho, sí lo hice —aseguré mirándolo—, pero la volvieron a construir para esta tonta apertura.

—No me gustan las aperturas —comentó acercándose a nosotros—. La fanfarria y ese olor raro a tienda nueva y que Ray siempre haga todo sobre él.

—¡Gracias! —dije mirándolo.

—Es lo peor.

Ambos levantamos nuestras manos y las chocamos, haciendo que mi padre nos mirara mal.

¿𝗝𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀? || 𝗛𝗲𝗻𝗿𝘆 𝗗𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora