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Miércoles 12 de febrero
(15:01)

Las buenas noticias que abundaban la cueva era el hecho de que la mamá de ___ se estaba recuperando exitosamente en su casa. Leo era el encargado del día en cuidarla, mientras que los demás la apoyaban desde lejos, ya que su madre les había prohibido estar en su casa solo para cuidarla.

Entre todo esto, Ray había optado por una imagen más... desastrosa, así le decían los chicos. Pensaban que era por Ella y sí lo era, pero no quería que supieran esto, así que mentía diciendo que era porque los villanos de ahora son muy tontos y que no había ninguno bueno. 

Nadie lo tomo enserio al inicio, pero decidieron seguirle el juego estás semanas, porque pensaban de que todo estaría mejor y a los días volvería a ser el jefe egocéntrico de siempre; sin embargo, esto no pasó.

En la tienda estaba Jasper, como siempre. Había llegado temprano, como también era de costumbre, pero esta vez se llevó con la sorpresa de que Ray estaba tirado en el sillón con una bata vieja, su cabello destrozado y con mucho cereal en todo él.

Le aviso a su amiga. Le respondió que no hiciera nada y lo dejara así.

Él hizo caso y se quedó atendiendo el lugar, algunas personas se centraban en el adulto casi muerto en el sillón, pero el chico hacia todo lo posible para distraerlo y que siguieran con su compra.

Cuando regresó de su almuerzo, vio a Ray aún tirado en el sofá.

Quiso ignorarlo, mas no pudo por mucho tiempo, ya que también el cereal ensuciaba la tienda, así que decidió agarrar una aspiradora normal para poder evitar seguir viendo aquel desorden. 

Lo malo, es que causo que el jefe se despertara de un susto por el sonido del aparato que justo estaba pasando por su pecho.

—Jasper, apaga eso —ordenó, a lo que el chico hizo caso—. Es muy temprano para aspirar.

—Ya son las tres de la tarde —indicó Jasper.

—Si fuera cierto, Basura & Más estaría abierto.

—Lo está —Señaló a una señora que estaba caminando hacia ellos. Era una abuela de unos sesenta años que caminaba lento.

—Me gusta tu bata —se pronunció ella—. ¿Me la vendes?

—No.

—Te daré dos dólares.

—Hecho.

—Bien, déjame tomar dinero de verdad que esta en mi bolso que no esta vacío.

Ray se levantó del sillón, se quitó la prenda y la extendió a la señora que estaba buscando el dinero en su bolso, pero en vez de cumplir su parte del trato, agarró la bata y lo empujo, ocasionando que cayera al piso.

—¡Nos vemos, tonto! —gritó antes de comenzar a irse.

—Esa anciana robo tu bata —informó Jasper.

—¿Y qué? —preguntó el jefe parándose para volver al sillón.

—¡Se esta escapando! —avisó el chico.

—Qué importa —Ray logró sentarse de nuevo en el sillón—. Robaré la bata de alguien más tarde, es el ciclo de la vida.

—De hecho, le esta costando subir la escalera —indicó Jasper—, aún puedes recuperarla.

—¡Ay! No me importa.

La señora, por fin, pudo subir todas las escaleras y salió de la tienda aún caminando lento, pero con una "nueva" bata entre sus brazos.

¿𝗝𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀? || 𝗛𝗲𝗻𝗿𝘆 𝗗𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora