Sorpresa

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POV de ___

—¿Quién creen que ganará? —preguntó Leo que estaba recargando su espalda contra la pared.

Carla estaba ordenando su armario, pero, al oírlo, se volteó a verlo durante unos segundos y luego siguió doblando su ropa para meterla a su closet.

—Creo que la verdadera pregunta es: «¿Qué va a perder Ray?» —corrigió—. Aún siguen discutiendo por todo, pero ahora parece que él quiere arreglar las cosas, así que va a dejar que mamá gane.

—Sí, pero no es cualquier cosa —recordó mi hermano—. Es el árbol de Navidad.

—No lo sé, Leonardo. ¿Qué dices tú, ___? 

Ambos voltearon a verme. 

Era la primera semana de diciembre, momento de decorar la casa, pero estábamos pasando por un momento algo complicado. Era nuestra primera Navidad con Ray, al igual que nuestra segunda Navidad aquí.

Nuestra primera Navidad acá fue un poco complicada, ya que había terminado en la prisión por culpa de los chicos que no querían dejar a Ray pasarla solo ahí, también porque decían que era una tontería la razón por la que fue ahí. En eso nunca discutí, no es justo mandarlo ahí solo porque no uso una red en el cabello.

Las siguientes navidades decidimos pasarla en nuestro país, pero estaba vez no podíamos viajar por Ray, así que decidimos pasarla acá. Mi mamá no quería sentirse lejos de casa así que quiso poner su árbol que había comprado hace tiempo para estas fechas, mas Ray se negó en ponerlo porque acá se usaban árboles de verdad. 

—Yo digo que sería lindo tener un árbol de verdad en la casa —opinó ganándome miradas juzgadoras de mis hermanos—. Si no les iba a gustar mi respuesta me lo hubieran dicho y no la daba. Con ustedes no se puede.

Los minutos pasaron, comenzamos a hablar de otras cosas y, cuando menos lo esperábamos, abrieron la puerta de la habitación de Carla.

—Hemos llegado a una conclusión y nos gustaría que dieran su opinión.

[...]

—Fue divertido —dijo Ray desde el sitio del piloto.

—¡Sí! —respondió Leo emocionado—. ¡Fue la mejor cosa de este mundo! Y vaya, cuando-cuando agarraste el árbol antes de que cayera. ¡Vaya, eso fue increíble! 

—Casi me cae a mí —dice mi hermana molesta mirando al que tenía a su lado izquierdo.

—¡Pero no lo hizo porque Ray lo agarró y lo puso en su hombro como si fuera nada! —Leo se acercó hacia la parte de adelante y miró a mi mamá—. Tenemos que hacer esto el próximo año. Y, Ray, tienes que enseñarme bien como talar un árbol —pidió viéndolo.

—¡Claro que lo haré!




La noche siguiente

El día en el trabajo no estuvo tan pesado como era de costumbre, así que Ray nos permitió salir antes y Henry decidió aprovechar eso. Me dijo que pidiera permiso para llegar un poco tarde a mi casa hoy, pregunte la razón, pero se negó a dármela diciendo que solo confíe en él.

Las cosas estaban bien entre nosotros. Sí, a veces teníamos un par de desacuerdos en un par de cosas, pero estábamos avanzado mejor. 

Su cumpleaños había sido hace un mes y dos días. Le preparé una tarde especial conmigo. Un pequeño paseo los dos, un par de regalos y terminamos en su casa para la cena que le hicimos todo el grupo junto a sus padre. Logramos invitar a Schwoz diciendo que era un animador de fiesta para que pudiera disfrutar de la pequeña reunión.

¿𝗝𝘂𝗻𝘁𝗼𝘀? || 𝗛𝗲𝗻𝗿𝘆 𝗗𝗮𝗻𝗴𝗲𝗿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora