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Llegaron a la escuela, atrayendo miradas; no solo por el auto en el que llegaron, sino porque habían llegado juntos.

Nadie esperaba que se hayan hecho así de cercanos en tan poco tiempo y una que otra chica los emparejaba desde el altercado que tuvieron días antes.

Para Luis no era tan importante lo que comentaran, pero para Miguel no. Miguel comenzaba a molestarse a medida en que los murmullos de sus compañeros asumían sus preferencias sexuales.

Miguel no era gay, y por lo que sabía, Luis tampoco. Eso le hacía enfadar más.

—Metanse en sus putos asuntos, ¿qué si traigo a mi panita del alma a la escuela? bola de downs ardidos— Bufó Miguel mientras caminaba junto a Luis hacía su salón, Luis intentaba tranquilizarlo haciéndole saber que eran comentarios y que ambos sabían que eran mentiras, así que no había razones para reaccionar negativamente.

—Es fácil para ti porque eres nuevo y porque ya eres gay, pero yo no maricón— Luis simplemente rio, pues no quería recordarle cómo había despertado con él hoy. Y, hablando de recordar, el rostro de Miguel no sólo estaba enrojecido por enojo, sino también por la vergüenza que le daba ver a Luis a los ojos después de la cantidad de cosas que soñó sobre él.

El tipo de sueño que mencionas y prefieres decir que se te ha olvidado, sí, ese.

Luis parecía no poder comprenderlo, pero cada comentario hacía dudar más de su sexualidad a Miguel. Sabía que los sueños eran interpretaciones creadas inconscientemente sobre anhelos reprimidos.

A Miguel no le gustaba Luis, era definitivo, pero había algo en él. Quizás era su compañía lo que estaba agradándole de más. Sea cual sea el motivo, Miguel estaba aterrado de siquiera imaginarse que ese fuera el caso.

Era cariño entre amigos, se obligaba a creer.

¿Hicidieron su padte del tabajo?— Preguntó Pablo, el nerd mientras se acercaba a ambos chicos sosteniendo un conjunto extenso de hojas de papel.

—Uh, sí, ten, te traje esto— Sacó Miguel de su mochila una carpeta y se la entregó. Pablo la hojeó y alzó el indice para comenzar a refutar la información del documento; para él, no todo en internet era cierto y respaldaba su opinión en libros.

—Tsk, cómo sea. Ya hice diapositivas, solo tocaría dividirnos los subtemas— Miguel mantenía su cara de pocos amigos mientras que Luis sonreía con amplitud; sintiéndose algo confundido pues no entendía del todo lo que se decían gracias a que todo el tiempo en que Miguel investigó él estaba dormido.

—Oh my god, papus, esto será épico— Comentó Luis cuando por fin le cedieron los papeles y leyó superficialmente toda la información. Miguel sólo lo miraba a él y Pablo se daba cuenta de esto.

—Bueno, lod dejo. Me mandan mendsaje pod cualquier codsa— Pablo se alejó luego de terminar de examinarlos y eso hizo que Luis por fin pudiese soltar un comentario que llevaba aguantándose desde la primera vez que le habló Pablo.

—Habla chistosito, apoco no papu— Luis se recargó sobre su asiento, mirando a Miguel con una sonrisa divertida. Miguel se mantenía serio, en la mente de Luis rondaba la pregunta de sí había algo que le molestara... o alguien.

—Me molesta su ceceo, es insoportable. Es un completo cuck, siento que hasta más que tú— Su postura llena de desdén al referirse a Pablo denotaba su clara inconformidad con su presencia.

love me back | papufrescoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora