love me back | papufresco

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miguel's pov;

Nunca me he considerado una persona devota, pero si tenía algo que agradecerle a Diosito era el descanso de dos semanas que me daría de la escuela.

Recién habría finalizado el segundo periodo de exámenes en lo que llevábamos de semestre, así que unas vacaciones no le sentarían mal a nadie.

Lo único que no terminaba de convencerme era que tenía muy presente la "tradición" de la escuela por realizar un viaje conmemorativo a la generación pronta a graduarse; generación a la que ahora formaba parte.

¿Tan rápido pasó el tiempo?

Pensé, para luego girarme a mirar a Luis y a Viviana conversando, luciendo genuinamente emocionados lo que podría ser.

—¿Vas a ir?— Me preguntó Viviana de la nada mientras ella junto a Luis se acercaban nuevamente a mi asiento.

—¿Tú irás?— Respondí con otra pregunta, esta estando dirigida a Luis; quien se rió por mi "descortesía".

—Venimos en paquete, papu. Si tú vas, yo voy— Respondió.

Ush.

—A ver— Leí superficialmente el contenido del flyer que mostraba la pantalla del teléfono de Vivi. Fruncí el ceño disgustado y le regresé el móvil. —No puedo, tengo fulvo.

La sonrisa de ambos cayó y comenzaron a sacudirme por los hombros en un intento por insistirme. Era muy pronto, no estaba listo, pero tratando de hallarle el "lado positivo" la idea salir de la ciudad y acampar junto a Luis era bastante llamativa, pero Vivi seguía sin ser mi amiga y los monos de mi salón son tan insufribles que aguantarlos dos días más de mi semana me provocaría una embolia.

—Agh, ya. Veré si me dan permiso— Solté haciendo cesar el que me estuvieran tirando de la camiseta. Los dos se sonrieron con una complicidad que casi me hace sentir celoso, pero todos mis pensamientos se desvanecieron al momento en que Luis me abrazó, ocasionando que Viviana se despidiera de ambos para no hacer mal tercio.

—Luis, me suelta a su compañero en este instante— Me aguanté la risa cuando lo primero que hizo la profesora al llegar fue regañar a Luis. Sólo sentí sus labios presionarse fugazmente sobre mi mejilla antes de que se apartara de mí y se sentase a mi lado.

Esperaba que llegando a casa a mi padre se le ocurriese querer pasar tiempo de calidad con su único hijo el fin de semana, para así poder tener una excusa para quedarme.

—Mañana iré a tu escuela para dar la cooperación, ojalá que te diviertas mucho, hijo— ¿Cómo negarme a este punto?

Al parecer la suerte tiene sus favoritos y uno de ellos es Luis.

Incómodamente sonreí mientras asentía, sintiéndome derrotado. Ahora realmente no me quedaba de otra.

—¡Quita esa carita! Vas a ver que en un futuro lo recordaras con mucho cariño— Trató Hannah de animarme, lo que aprecié, pero no terminaba de conformarme.

—Está bien...— Después de esa charla estuve pensativo todo lo que restó del día, quizás era respuesta a algún trauma que el hacerle segunda en sus salidas a Luis me ocasionó. Me aferraba a la idea de que no sería igual gracias a que habrían adultos supervisando, pero nada nunca es definitivo.

Otro día mal día para no ser Max Caulfield y no poder rebobinar el tiempo cada que tome una mala decisión...

A la mañana siguiente, dicho y hecho, mi padre fue quien me llevó a la escuela para aprovechar a presentarse y formalizar su autorización. Habían varios conocidos junto a sus padres de igual forma, así que me sentía de alguna forma más tranquilo caminando por los pasillos de la escuela con él.