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Miguel's pov ;

¿Me arrepentía? Claro que lo hacía. Tener que ducharme en la casa de Luis era tan vergonzoso, pero al menos ya estábamos en igualdad de condiciones.

Saliendo del baño me encontré con su hermana, lucía mas tranquila ahora así que la saludé.

—¿Vas a quedarte a dormir?— Preguntó, y asentí como respuesta.

—Tu hermano me obligó.

—Me lo imaginaba— Fruncí el ceño extrañado antes de verla entrar al baño para cepillarse los dientes.

Me quedé pensando en eso mientras me secaba el cabello con la toalla que Luis me prestó. Luis realmente parecía hablarle de mí a toda su familia, era lindo y aterrador a la vez.

—¡Boo!— Me sobresalté y miré con los ojos bien abiertos a Eliza, por un momento pensé en que casi se me caerían los lentes por lo que sentí que mi corazón sufriría de un infarto.

—Dios...— Murmuré mientras me acomodaba los lentes y enderezaba mi postura. Luis y su hermana eran tan diferentes, podía notar quien era la oveja negra de la familia.

Luis, obvio, jodido cuck.

—Si te vas a quedar, ¿me acompañas a la tienda? mis papás no me dejan salir sola y Luis es un idiota— Luis ha de estar esperándome en su habitación, pensé antes de darle una respuesta.

—Le avisaré a tu hermano, quizás y quiera acompañarnos.

Eliza se encogió de hombros y me dirigí a la habitación de Luis.

—¿Dónde puedo dejar esto?— Pregunté al cruzar la puerta, encontrándome con Luis aun acostado pero... Ugh.

¿Por qué siempre tengo que verlo sin camisa? ¿Y por qué me gusta tanto?

—¡Ah, papu! ya la tiendo— Me volteé para dejarle ponerse la camiseta de nuevo. Su casa era considerablemente más calurosa que la mía, por lo que entendía el porqué.

Escuché el pitido del aire acondicionado encendiéndose y volví a voltear a verle. Me sonreía antes de tomar la toalla de entre mis manos y salir de la habitación.

No tenía ni idea de a donde se habrá dirigido, pero había olvidado preguntarle primero por lo de su hermana.

Me senté en su cama a esperarlo cuando de pronto mis emociones llegaron a su punto más alto mientras mi mente recreaba la escena en mi cabeza. Mis manos se posaban sobre mi rostro mientras mis piernas pataleaban, me sentía como una chica de película cliché haciendo un berrinche.

Maldito cuck.

Me detuve en seco cuando consideré que estaba mas tranquilo. Mis mejillas estaban tan rojas que sentía calor a pesar de que la habitación estuviera fría.

—He regresado, papu— La voz de Luis captó inmediatamente mi atención.

—Tu hermana me pidió que la acompañara a la tienda, ¿voy con ella?— Luis rió y asintió.

—Sí papu, no quiere verme por arrastrar a su preciado Kooky ekisde— Negué con la cabeza mientras reía al recordar como lo golpeaban con el mismo y me puse de pie.

love me back | papufrescoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora