love me back | papufresco

10: Fiesta | Pt. 2

Luis' pov;

Había estado emborrachado algunas veces en toda mi vida, pero ninguna de esas ocasiones se comparaba con esta. Ni siquiera sentí haber tomado lo suficiente para encontrarme en este estado, y el hecho de que lo ultimo que llegué a ingerir fuese algo que me ofreció una de las elfas que se me habían acercado había encendido una alarma en mi cabeza.

¿Será este el fin del hombre araña?

Era un momento serio y no dejaba de pensar en momazos. Miguel tiene razón en que soy un idiota.

Mi cuerpo no respondía y las pocas palabras que conseguía modular eran imposibles de entender. Comenzaba a hiperventilarme a medida a que me apartaban cada vez más de la mirada de Miguel.

Esto no debía ser.

No quería estar más con ellas, esto no era divertido. Trataba de apartarme, pero eso me acorralaba aún más. Se sentía sucio.

Alcancé a divisar por ultima vez a Miguel en brazos de una chica antes de que una de las que estaba manoseándome me besó. Sentí que me había desvanecido por completo; mi mente tampoco respondía a este punto.

Mis memorias eran borrosas y lo único que recordaba vívidamente fue el como a todo esto Miguel llegó a mi "rescate", sacándome de la fiesta y llevándome a uno de los varios pasillos de la casa.

Estaba tan sobre estimulado que no caí en cuenta que mi rostro estaba empapado de lagrimas. Todo había sucedido tan rápido.

Miguel lucía más que molesto y comprendía el porqué, lo dejé solo y ahora que estábamos juntos no paraba de llorar. Qué insoportable soy...

Traté de suplicarle que se tranquilizara pero mis palabras salían igual de temblorosas a como se encontraba mi cuerpo. Su preocupación me agobiaba, no tenía ganas de ser tan cuestionado con lo mal que me sentía.

Tomé entre mis manos sus mejillas con la poca consciencia sobre mi cuerpo que me quedaba; sus ojos a pesar de cubiertos por sus lentes oscuros, aún podía ver a través de ellos su mirada llena de angustia, la culpa estaba carcomiéndome. Traté de evadirlo pero terminé cediendo.

Lo besé.

Y se sintió tan bien.

Pese a que no fuese la primera vez que lo hacía, se sentía de la misma forma. Mis nervios estaban a flor de piel, y sus labios se sentían como si estuviera tocando el cielo. Quisiera culpar al alcohol del porque estaba haciendo esto, pero quería hacerlo desde hace tanto tiempo que sería una completa mentira.

Se sintió como un alivio que Miguel aunque no correspondiera, tampoco me alejase. Era como si borrara todos mis errores de la noche, como si limpiara mi consciencia y se enterara de todo lo que le he estado guardándole.

Besarlo parecía ser la cosa mas lejana y anhelada que podría imaginar, estar haciéndolo ahora mismo me hizo volver a la realidad, obligándome a apartarme pues odiaría hacerlo sentir de la misma manera en que me hicieron antes.

—Discúlpame, yo no querí-...— Todas mis dudas fueron respondidas el momento en que me interrumpió igual a como yo lo había hecho. Miguel estaba besándome ahora, lo que no tardé en corresponder.

—¿Qué edtán haciendo?— Ahora no, por favor.

Miguel se tropezó al tratar de apartarse de mí lo más rápido posible, cayendo de todas formas encima de mí mientras Pablo nos miraba con confusión. Estaba tan borracho que me reí por esto en lugar de tratar de excusarnos.