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—Oye, Luis— Habló Miguel mientras empujaba el carrito de supermercado y el mencionado caminaba a la par suya.

—Dime, papu— Contestó alegremente Luis.

—¿Cuándo cumples años? Creo que olvidé la fecha— La expresión en el rostro de Miguel denotaba cierta timidez por esto; por lo que Luis al notarlo rió antes de abrazarlo por los hombros y apretujarlo suavemente.

—7 de marzo, papu— Contestó luego de alborotarle el cabello y soltarlo; cosa que dejó a Miguel deshecho de los nervios.

Esto le provocaba demasiada ternura a Luis, así que lo disfrutaba aún más.

—¡Rápido, muchachos! Tengo que pasar a comprarle sus cremitas a Lizzie— La madre de Luis interrumpió su momento, a lo que Miguel, completamente ruborizado aceleró el paso; dejando atrás a Luis, quien no paraba de reír por su reacción.

—¡Ataque Loli!— Llegó Luis detrás de Miguel; rodeando su torso con sus antebrazos, haciéndolo tambalearse por lo mismo.

—¡Imbécil!— Exclamó Miguel, sintiendo sus mejillas arder de la vergüenza mientras se carcajeaba e intentaba de apartarlo de él.

A esto, Eliza se acercó a ellos; pellizcando a Luis para llamar su atención.

—Mínimo disimulen, mi mamá ya los vió— Susurró entre dientes antes de continuar caminando, dejando en pánico a la "parejita"

—Ya, ya, mijo, ya— Dijo Miguel luego de tranquilizarse para retomar su encomienda de llevar el carrito mientras la madre de Luis seleccionaba entre los productos de los anaqueles a sus alrededores.

Luis avergonzado decidió dejar las demostraciones de afecto para después.

Llegando a casa de hacer despensa; Luis ayudó a su madre, junto con Miguel a llevar las compras y ordenarlas.

—Ya te adoptamos, Mickey— Sonrió cálidamente la madre de Luis mientras observaba a sus ayudantes trabajar.

—Me alegra, señora— Correspondió el gesto mientras le pasaba unas bolsitas de condimentos a Luis para que la dejase en la parte más alta de la alacena.

Lo que en realidad sucedía, es que la madre del Papulince llevaba sospechándolo desde hacía mucho tiempo y ahora mismo viéndolos comportarse uno con el otro sus sospechas parecían volverse una realidad.

Se quedó en silencio mirándolos coquetearse sutilmente hasta que terminaron de ordenar. A esto, la madre de Luis lo mandó a hablar mientras que "convenientemente" Eliza necesitaba que alguien le ayudase a mover un mueble de lugar en su habitación.

—Hijo, tú sabes que soy tu madre y lo que sea que hagas con tu vida, yo te apoyaré, ¿cierto?— Luis estaba más que nervioso, pues le había quedado en mente la posibilidad de que su madre lo regañase por su actuar, pero era algo que no podía controlar; menos tratándose de Miguel.

—Así es, jefecita... pero, ¿a qué viene esto?— Sonrió con confusión mientras su madre parecía tratar de hallar las palabras.

—A nada, mi amor, sólo que... se nota mucho que quieres a Mickey— Luis estaba en shock por esto. Era obvio, pero no esperaba ser descubierto tan pronto. Según él, era normal que los amigos jugaran de esa forma, ¿por qué llegarían todos a esa conclusión?

love me back | papufrescoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora