32: Retroceso | Pt. 1

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miguel's pov;

—¿Cómo están? Supe que te peleaste...— Viviana había regresado a la escuela después de casi una semana entera. No tenía forma alguna de contactarla, por lo que no supe con certeza cómo se encontraba después de lo que sucedió en aquella fiesta.

Aprovechábamos el retardo que estaba teniendo uno de nuestros profesores para hablar. Luis y yo estábamos sentados en nuestros respectivos asientos; mientras Viviana se encontraba apoyada sobre el respaldo de la silla que quedaba frente a nosotros.

—Nada grave, Vivi. ¿Tú cómo estás?— Yo sólo los miraba hablar mientras apoyaba mi mejilla sobre mis nudillos. Tenía esa sensación de estar siendo observado, lo que me desconcentraba un poco de la platicaba.

Mis cejas se fruncieron al instante en que me encontré con la silueta de Pablo a lo lejos, fijando sus "4 ojos en mí". Tenía esa expresión de mortificación últimamente, por lo que al percatarse de que le devolví la mirada hizo algunos ademanes para indicarme que me acercara.

—¿Qué pasa, papu?— Sacudí la cabeza al instante.

—Nada, voy a ir al baño, ya vengo— Me puse de pie sosteniendo mi semblante endurecido, lo que supuse que hizo que Luis se limitara a mostrarse de acuerdo antes de continuar su platica.

Había algo que seguía dándome curiosidad, odiaba entrometerme, pero la situación lo ameritaba.

Salí del salón con Pablo detrás, sí estaba dirigiéndome hacía los sanitarios por lo que no me prestaba aún para dejar que hablase.

Verifiqué al entrar que no hubiesen más personas dentro, y fue cuando finalmente me crucé de brazos antes de voltearme en su dirección.

—¿Qué quieres?— Le vi agachar la mirada mientras jugaba con sus manos; estaba nervioso por algo, y yo sólo podía impacientarme por ello.

—H-hablad contigo...

—Ajá, ¿y de qué?— Tomó una larga bocanada de aire antes de quitarse sus lentes y mantenerlos entre sus manos.

—¿Puedo pedidte un favor?

—Depende— Su jodido lenguaje corporal estaba comenzando a desesperarme; no sé bien cómo actuar cuando alguien está así de ansioso. —Tranquilízate, por el amor de Dios. Sólo sé directo.

—¿Pueded... no decidle nada a Luid?— Ja, ja, hasta crees.

—Está bien.

—¿Creed que puedad hablar con Edteban?— Ew, no. —M-me ha edtado evitando desde la vez que Luid y tú nod vieron... ¿Podríad sólo hacedle saber que no dirád nada?

—No jodas, Pablo. ¿Enserio eso es de lo que se trata?— Su rostro lleno de vergüenza y temor me provocó pellizcarme el entrecejo. —Ni siquiera nos cruzó por la mente que tenían algo— Mentira. Hasta debatimos quién probablemente llevase las riendas en su relación.

Ser gay me está afectando, ¿desde cuándo cotilleo tanto?

—¿De veras?— Humedecí mis labios y desvié la mirada tratando de no hacer notorio el hecho de que contuve una carcajada. Con razón aquél idiota se aprovecha tanto de él, es un tonto.

Okay, no debería expresarme así de las tragedias de mis amigos, lo siento.

—Uh, claro...— La luz pareció habérsele devuelto en el rostro, de pronto, se me vino a la mente la cantidad de veces que éste enano me había pasado tareas, por lo que tuve que obligarme a tragarme cualquier comentario y acceder. —Trataré de hablar con él, sólo que no te prometo resolver nada.

love me back | papufrescoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora