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16: Memorias | Pt. 1

WARN: Como autor no promuevo la apología al delito, todo lo relatado en este capítulo es enteramente ficción. Por favor, sáltalo si los temas como la violencia, los escenarios grotescos y el abuso te generan inquietud.

Cintas de precaución rodeaban el perímetro por el que un extenso arrollo parte de un poblado retirado del bullicio citadino fluía. Peritos, policías y cuerpos de bomberos rondaban por el mismo.

Buscaban a alguien, era claro, pero, ¿de quién se trataba ese alguien?

—¿Tenía familia?

—Tenía una esposa mucho más joven que él, hacía poco tiempo había dado a luz, pero nadie sabía quien era ella...

Situaciones así eran comunes en sitios tan alejados a la moralidad que establecían lugares más regulados por las leyes.

Las únicas pistas que se tenían del sujeto eran esas, a parte del nombre con el que era conocido. Desfavoreciblemente para el caso, quién se suponía que era su cónyuge no aparecía por ningún lado.

Esto era algo clave en la investigación del suceso, pues la consideraban como la principal sospechosa.

—Siempre escuchábamos gritos en su casa, pero nunca veíamos a nadie salir más que al señor.

—¿Está consciente de que pudo haber tenido complicidad en un caso de violencia doméstica?

Todo mundo se quedaba con los brazos cruzados y la atención desviada cada que la "esposa" del difunto era violentada a los 4 vientos. Lo más impotente de todo, es que había sido víctima no solamente de eso.

—Vomitaré llegando a casa— Comentó uno de los peritos al voltear el cadaver una vez consiguieron llevarlo a tierra; pues se había encontrado casi mas de una semana flotando a la deriva. Podía verse claramente la cantidad excesiva de apuñaladas que contaba su torso, pero había algo que llamó más la atención y era el hecho de que al cuerpo le faltaban genitales.

Se creía firmemente que la esposa del sujeto era la más implicada y, la parte más fundamental en el cierre y resolución del caso.

El estado tan avanzado de putrefacción hacía difícil hallar algo que diera con la identidad de aquella mujer. En el hogar del hombre no había nada, ni siquiera una hebra capilar.

—Claramente fue un homicidio doloso, las rocas no tienen el filo para infligir tanto daño.

Era una teoría recurrente entre los investigadores, tenía todos los antecedentes; hombre físicamente abusivo hacía su pareja, mujer completamente vulnerable y "desconocida". ¿Cómo no podría ser?

—¿Por qué se desgastan tanto buscándole "justicia" a ese maldito?

Comentarios que, irónicamente, salían de la misma gente que le permitió aprovecharse tanto tiempo de su pareja.

Lo que nadie sabía, es que la noche del suceso una madre había cometido el error de dejar sin supervision a su hijo; error que no solamente cobró una vida.

—¡Angelina!— Exclamó el señor Roberto; minutos antes de su trágico y bien merecido deceso.

—¿¡Qué estás haciendo!?

¿Sabes qué pasa cuando encierras tanto tiempo a una persona? Pierde la cordura.

Todo sucedió tan rápido. Los llantos de un bebé inundaban cada rincón de la casa; mientras el cuerpo robusto de un señor de mediana edad caía al suelo luego de haber sido embestido por toda la fuerza y adrenalina de una joven.