Cap VII

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En la mañana todos nos despertamos con dolor en todo el maldito cuerpo, esto siempre pasa cuando uno hace ejercicio por primera vez pero vaya, es horrible.

Doppel: Axel me cago en ti.

Trippel: X2.

Axel: Tranquilos que aún lo vamos a volver a hacer hoy, son estadisticas extras, no vienen de más y no se quejen que seguiré haciendo ejercicio para seguir ganando esas estadísticas.

Doppel: Lo que digas masoquista.

Axel: No soy masoquista.

Doppel: Para querer seguir aguantando este dolor tienes que ser masoquista.

Axel: Ya sabes que eso solo es al principio y después se quita o te acostumbras.

Trippel: Ustedes sigan discutiendo si quieren, yo me voy a explorar, quiero encontrar la cueva de esos goblins.

Doppel: Si la encuentras avisame y me cargo unos cuantos para subir de nivel más rápido, es demasiado tardado el matar solo los de los alrededores.

Y ambos se fueron dejándome solo aquí, que mal, una cosa es querer tranquilidad y otra es estar encerrado bajo tierra sin nada que hacer, es simplemente, aburrido a más no poder.

Axel: Quizás deba hacer una sala de entrenamiento o algo para matar el tiempo, tendria que hacerla lo suficientemente grande como para correr en ella, una pista de obstáculos. Pero si la hago demasiado grande no tendrá forma de soportarse y no se como hacer soportes que ayuden sin estorbar... no puedo hacer una pista de entrenamiento entonces.

Seguí pensando el cómo lograr hacer ejercicio por mi mismo sin necesitar que uno de mis compañeros esté encima de mi... eso sonó mal. El caso, así pasaron días, no muchos, unos 4 días en los cuales subi algunos niveles, algunas habilidades subieron, etc, lo tipico y normal, incluso con el ejercicio obtuve estadisticas extras nada despreciables, aunque aun no descubro como aumentar la destreza, supongo que debe ser con maniobras y esas cosas. En el quinto día Doppel mando un mensaje preocupante.

Doppel: (Trippel dale su comida a Axel y ven a ayudarme, hoy es el maldito gran día)

Axel: La guerra es hoy.

Estuvimos aprovechando los goblins que venían para ganar experiencias pero parece que se cansaron y decidieron ir con todo sino Doppel no pediría refuerzos. Trippel apareció en poco tiempo y dejó un conejo antes de irse corriendo a apoyar a Doppel. Yo simplemente me comi el conejo sin separar la piel y senté a esperar, lastimosamente no soy capaz de hacer nada más que esperar y estar al tanto de los pensamientos de ambos.

Axel: No son capaces de hacerles daño pero aún así es preocupante.

Pov Doppel y Trippel

Doppel mataba todos los goblins que estaban adelante que podía mientras retrocedía ya que ellos marchaban como un ejército imparable con una cantidad que parecía llenar todo el bosque aunque eso sería exagerar, gracias a la desesperación de Trippel por llegar al lado de su compañero descubrió que podía teletransportarse no sólo al original sino también a él otro doble, cosa que no desaprovechó y se puso a matar goblins junto a su compañero. Goblin tras goblin caía, ninguno de estos estaba equipado con nada más y nada menos que un palo, los que poseían espadas y algún otro tipo de armamento estaban detrás, era obvio que los que usaban palos no eran nada más que peones puestos para nuestros lobos fantasmas. No importaba cuántos matarán simplemente no parecía que se fueran a acabar y los estaban obligando a retroceder ya que los goblins solo pasaban por encima de sus compañeros. Cuando los goblins pasaron cerca de la madriguera oculta donde vivían estaban temerosos de que girarán en esa dirección pero aún así continuaraon atacando, ¿Quien sabe cuantos goblins mataron? Ya ha pasado un largo rato y nuestros lobos siguen retrocediendo y matando a los que pueden pero cuando un goblin grito algo que debía ser en el idioma goblin, ya que para los dos lobos solo sonaban como gruñidos y balbuceos, los goblins empezaron a correr, aunque no podían tocar a los lobos si los dejaron ciegos al estar atravesando constantemente a los goblisn lo cual los obligo a teletransportarse de vuelta con el principal, Axel.

Reencarnado en un lobo en otro mundo con esquizofreniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora