Desde que tuvo uso de razón, Satella siempre estuvo sola. En un mundo que la rechazaba, no podía encontrar su lugar ni con los suyos ni con el resto de las personas. Como una niña mitad elfo, su existencia era considerada una calamidad y era apartada de cualquier forma de convivencia. Vagaba por el mundo sin un rumbo fijo, buscando desesperadamente un lugar donde pudiera encajar y ser aceptada.
Con el paso del tiempo, la soledad de Satella creció junto con ella. A medida que crecía, se enfrentaba a la hostilidad de aquellos que la veían como un ser peligroso y maligno. Un día, mientras era atacada por un grupo de personas que la temían, Satella manifestó un poder aterrador. Desconocido tanto para ella como para los demás, ese poder causó daño a sus agresores y a sí misma. Fue en ese momento que su nombre se convirtió en sinónimo de miedo y destrucción: "bruja".
Los rumores sobre los poderes de Satella se propagaron rápidamente, y cada vez más personas comenzaron a temerla y a rechazarla. Su última esperanza de encontrar algún tipo de convivencia con el mundo desapareció. Sin embargo, en medio de la oscuridad y el desamparo, Satella tuvo un encuentro inesperado.
Otras personas como ella, también consideradas brujas, cruzaron su camino. Estas jóvenes con poderes similares la invitaron a unirse a su grupo. Eran siete en total, cada una con su propia peculiaridad y diferencia. Por primera vez en mucho tiempo, Satella no se sintió tan sola. Aunque sus caminos se separaron con el tiempo, prometieron volver a encontrarse en el futuro.
Pero la separación de las brujas dejó a Satella con un vacío aún más profundo. La soledad volvió a abrumarla, y la desesperanza se apoderó de su corazón. Sin ánimo de seguir adelante, Satella permitió que la capturaran, esperando que su fin llegara pronto. Se preguntaba a sí misma una y otra vez: ¿Por qué soy odiada? ¿Por qué todos me temen? ¿Acaso nací para traer desgracia a los demás?
Mientras estaba atada y preparada para ser quemada en la hoguera, Satella miró a la multitud que clamaba por su muerte. Pero entonces, algo inesperado sucedió. Un joven desconocido se interpuso entre ella y la multitud enfurecida. Su presencia generó un silencio repentino y las voces de odio se apagaron.
El joven, con una sonrisa confiable en el rostro, se disculpó por haber llegado tarde. Luego, envolvió a la multitud en una misteriosa nube blanca, seguida de una poderosa explosión. Cuando las personas recobraron el conocimiento, Satella y el joven ya habían desaparecido, dejando atrás solo escombros y confusión.
La joven bruja se encontraba ahora en un lugar seguro, alejada del pueblo que la rechazaba. Aunque no entendía lo que estaba sucediendo, Satella se aferraba a la mano del misterioso joven mientras era guiada hacia un lugar seguro. Sus ojos, llenos de asombro y gratitud, se encontraban fijos en él.
Una vez a salvo y alejados del pueblo que la había condenado, Satella finalmente se atrevió a preguntarle al joven por su nombre. El chico, vestido con ropas extrañas y una actitud despreocupada, hizo una pose extravagante y se presentó como Natsuki Subaru. Su expresión desenfadada y su forma peculiar de hablar no hacían más que incrementar la intriga.
Entre risas nerviosas, Satella finalmente pronunció su propio nombre. Era la primera vez en mucho tiempo que se permitía reír de verdad, desde lo más profundo de su ser.
Sin embargo, la alegría fugaz se desvaneció rápidamente cuando el joven Natsuki, quien había sido su salvador, cayó repentinamente al suelo, quedando inconsciente. Satella, alarmada, se arrodilló a su lado, preocupada por su bienestar. La imagen del chico indefenso, despertaron sentimientos complicados en ella.
En medio de aquel vosque, Satella, la niña olvidada por el mundo, y Natsuki Subaru, el joven de vestimentas extrañas, se conocieron.Subaru se sintió abrumado, sumido en una confusión y sorpresa. ¿Acaso había muerto una vez más y estaba experimentando algún tipo de resurrección? Sin embargo, a pesar de su desconcierto, la inquietante sensación de angustia que solía acompañar a sus regresos a este mundo no estaba presente en ese momento.
Entonces, como si la realidad quisiera tranquilizarlo, notó algo suave y reconfortante debajo de su cabeza. Una suave caricia acariciaba su cabello, brindándole un respiro de calma en medio de la confusión que lo envolvía. Levantando lentamente los párpados, y su mirada se encontró con una visión que lo dejó momentáneamente sin aliento.
Un par de ojos amatistas, profundos y enigmáticos, lo observaban con ternura y preocupación. Una cascada de cabello plateado enmarcaba un rostro de una belleza sin igual, irradiando una dulzura y delicadeza cautivadoras.
"Hmm, Subaru se incorporó bruscamente al percatarse de que se encontraba en el regazo de una joven a la que había rescatado minutos antes. Con una disculpa balbuceante, Subaru preguntó por qué estaba en el suelo.
La muchacha, con cierta timidez e inseguridad en sus palabras, le explicó que se había desmayado después de haberse presentado.
Satella: 'Subaru-sama, se desmayó después de hacer una pose extraña y decir su nombre. Yo yo simplemente me preocupé y me acerqué para ver cómo se encontraba. Creo que colapso debido al agotamiento'.
Llevándose una mano ala barbilla Subaru reflexiono profundamente. Había recorrido un largo camino, enfrentando numerosos desafíos y agotado tanto física como mentalmente. Cuando finalmente llegó a un lugar seguro y se sintió aliviado, el estrés acumulado y la fatiga se manifestaron en forma de desmayo. Subaru se cubrió la cabeza con la mano mientras murmuraba para sí mismo. '¿Realmente no fue la belleza de Satella-chan lo que causó esto, verdad?'
'¿Esto?' pronunció Satella de nuevo el nombre de Subaru, como si quisiera confirmar que estaba recordando correctamente.
'Satella: Sé que esto puede parecer repentino, pero me gustaría hacerle una pregunta'.
Subaru, intrigado, asintió aceptando su solicitud. Satella se mordió el labio, su mirada revelando cierta incomodidad mientras continuaba.
'Satella: ¿Por qué, por qué usted me salvó?'."
"Subaru se mostró intrigado por esa pregunta y dela forma más casual dió una respuesta.
¿Y por qué no hacerlo? Recordó en su bucle anterior cómo había sufrido por los demás, incluso en su lecho de muerte; ella había llorado por él. Un desconocido.Subaru: Porque quise hacerlo. Vi que estabas en problemas y quise ayudarte, y también por muchas otras razones, aunque no podría explicarlo todo. En este momento, pero quiero que creas en mi. Yo. ¡solo quería salvar a Satella-chan!
Un monto de cilencio en incomodidad se adueñaron del cilencio.
La joven Frunció el ceño y su voz empezó a temblar mientras hablaba.
'La gente se asusta al verme, soy una persona mala', se señaló a sí misma. 'Mira mis ojos, ¿no crees que son aterradores y malvados?' Subaru respondió rápidamente.
Subaru: Los ojos de satella chan son los más hermosos que e visto en mi vida.
Satella levanto la mirada rápidamente algo eseptica.
Subaru estaba mostrándole una sonrisa aprobatoria elevando un pulgar en señal de aprobación.
Sus razones, aunque algo absurdas, lograron llegar a ella. Satella agradeció las palabras de Subaru.
Satella: Nuevamente, agradezco a Subaru-sama por haberme salvado. Prometo que algún día pagaré esta deuda de vida.
Subaru: Oye, oye, no es necesario que lo hagas, en serio. ¿Y qué es eso de "Subaru-sama"? Me pone nervioso ser tratado como un adulto, ¿sabes? Solo llámame Subaru.
Satella vaciló y trató de hacerlo.
Satella: Suba lo siento, no podría. Al menos permíteme llamarte "Subaru-sama" hasta que yo haya cumplido con mi deuda.
Subaru: Si te sientes más cómoda así, está bien. Te lo agradezco. Pero cambio, permíteme llamarte "Satella-chan".
Satella: que significa chan?
Subaru respondió apresuradamente el significado del nombre.
Satella-chan, ¿eh? Sí, es un diminutivo que usamos en mi país para referirnos a una persona con cariño o cercanía.
Satella:Esto está bien, no me molesta para nada ser llamada de esa forma.
Subaru:Entonces, Satella-chan, es un placer.
Satella: Lo mismo digo, Subaru-sama."