"¿Cómo empezar? Hace 2 años yo estaba en una relación con Dayana, era una amiga de la infancia. Nuestros padres eran cercanos y a menudo hacían bromas de que los dos acabaríamos juntos. La conocía de toda la vida, pero no iniciamos una relación formal hasta la universidad. Teníamos citas y ella conocía todo de mí, al igual que yo conocía todo de ella. Parecía que todo iba bien. Algunas veces planeamos en broma tener hijos y casarnos. Creo que era feliz.Un día fui a su casa para sorprenderla y llevarla a una cita. No toqué su puerta porque sus padres me conocían y éramos cercanos. La sorpresa fui yo. Encontré a Dayana con las piernas abiertas y su primo sobre ella. Salí asqueado afuera. Ella pareció haberme visto cuando salí. Salió rápidamente de la casa para impedir que me fuera. No le importó estar desnuda. Se aferró a mi ropa y se arrodilló pidiendo perdón. Me dijo que podía pegarle y gritarle, pero que no la dejara. No sé qué pasó. Fue como despertar de un sueño. Estaba abajo, desnuda, con la cara embarrada en lágrimas y mocos y me cuestioné. ¿Es en serio? Le dije que estaba bien, que la perdonaba, que primero se vistiera y la esperaría afuera. Pasaron unos segundos mientras esperaba. Y algo en mí me dijo. ¿En serio te quedarás después de ver eso? ¿Con una persona así? Ten amor propio, si te quedas, ya no serás un hombre. Fue como si todos los buenos momentos y felicidad que tuve con Daya desaparecieran de mi cabeza. Simplemente me fui.
Había un amigo que semanas antes me ofreció un trabajo en el extranjero. Claro que en ese entonces me negué por no separarme de mi novia. Lo llamé y le pregunté si aún estaba disponible. Él dijo que sí, pero me preguntó por qué había cambiado de opinión. Yo le mentí diciéndole que era para darle una buena vida a mi novia. Fui a casa, empaqué y cuando me preguntaron por qué. También les di la misma excusa. Me voy a trabajar para darle una buena vida a mi novia. Después corté todo contacto con ella. Aún mantenía contacto con mi familia y les dije que había conseguido trabajo en la empresa de mi amigo y me quedaría por un tiempo prolongado.
Pasó un año y conocí a una chica, Emily. Mi amigo nos presentó en el trabajo. Era su hermana y a los meses estábamos saliendo. Pasó otro año y Emily y yo nos comprometimos. Ella me presentó a sus padres. Fueron amables conmigo y por otro lado ella quería conocer a mis padres. Yo acepté. Así que planeamos un viaje de vuelta a mi ciudad natal. Les dije con anticipación a mis padres que volvería. Ellos parecían estar emocionados. Emily y yo llegamos por la noche. Fuimos recibidos por una fiesta sorpresa de parte de mi familia. Estaría todo bien pero había una persona a la que no esperaba. Dayana estaba en medio sosteniendo un plato. Mis parientes la estaban empujando para que me diera un abrazo o me besara, silbando y todo. Entonces Emily entró. Le pedí que esperara afuera y la presentaría como mi prometida como parte de la sorpresa. Cuando ella entró, mis tíos me preguntaron quién era mi amiga. Yo les dije. Ella es Emily, mi prometida. Dayana soltó el plato que sostenía y todos se quedaron en silencio. Mi madre me preguntó algo extrañada. ¿Tu prometida? ¿Y qué pasa con tu mujer? Mi mujer? Dayana salió corriendo y se encerró en una de las habitaciones. Por alguna extraña razón, los padres de Dayana también estaban aquí. El padre estaba furioso conmigo, y su esposa siendo más sensata hizo que nos sentáramos y habláramos. Emily estaba conmigo, tomándome de la mano. Yo les dije que me había ido por una infidelidad. Los padres parecían sorprendidos y me contaron lo que había acontecido en los 2 años que había estado fuera. Después de que me fui, resultó que Dayana había quedado embarazada. Todos pensaron que yo lo sabía y que me fui a buscar trabajo para darle una buena vida a ella y al bebé. Todos pensaron que era una persona responsable por haber tomado esa decisión. Les enviaba dinero muy frecuentemente a mis padres. Ellos pensaron que era para ella y el bebé, así que se lo dieron a Dayana. Dayana se mudó a mi casa y ayudaba a mi familia con todo, la consideraban parte de la familia y al bebé su nieto. Dayana les dijo que yo ya sabía del embarazo y me fui para trabajar. Ahora tiene sentido cuando mi madre me preguntaba cuándo podría venir a conocer a la niña. No le vi sentido en ese tiempo, pero ahora encaja todo. Cuando toda la familia me llamó para felicitarme, creí que era por mi trabajo. Les aclaré que ella y yo no estaríamos juntos. Entonces me dijeron, ¿y qué hay con tu hija? Yo les dije que nunca había tenido relaciones con su hija. Ellos se quedaron perplejos. Les dije que podían hacer una prueba de ADN para confirmarlo. Se fueron y se llevaron a su hija con ellos. Al día siguiente, Dayana vino a casa pidiendo hablar conmigo y me contó su parte de la versión."