—¡Joder! —Jongin esquivó un cuchillo, pero al volverse descubrió que el extremodel ala contraria estaba clavado a la pared—. ¡Lanzar dos cuchillos es hacer trampas!
Había algo feroz en la sonrisa de satisfacción de Wonwoo: el pobre Jongin estaba pagando la ira que había despertado la llamada de su padre un día antes.
—Primer punto para el cazador.
El ángel de alas azules estiró el brazo y sacó la daga. Tras descender a tierra, se la entregó a Wonwoo por la empuñadura.
—Un lanzamiento afortunado.
—No sabes perder.
—Me daba lástima verte fallar tanto.
—Pues... —replicó el con una mueca burlona—, creo que al final te he
arrancado unas cuantas plumas. Pobre Campanilla...El ángel sonrió, y sus ojos dorados estaban llenos de malicia. Poseía una habilidad para las bromas de la que los demás inmortales parecían carecer.
—La próxima vez —dijo—, te dejaré tan maltrecho que tendrán que sacar tu cuerpo sollozante de aquí.
Wonwoo limpió el cuchillo y volvió a guardarlo en la vaina del brazo antes de llevarse la mano a la boca para ocultar un exagerado bostezo.
—Si habéis acabado ya —dijo Hanbin con ese tono tan falto de humor típico en él—, todavía tenemos una hora de entrenamiento por delante.
Wonwoo echó un vistazo al ala de Jongin y descubrió que ya estaba curada casi por completo.
—Supongo que ha llegado el momento de hacerte otros cuantos agujeros.
—Voy a decirte una cosa —añadió Jongin—: si consigues darme tres veces seguidas, te regalaré un collar de diamantes.
—Si cambias el collar por una vaina ornamental cuajada de diamantes, trato hecho.
Jongin enarcó una ceja.
—Eso no es muy práctico.
—Lo es si planeas llevarla con un vestido de baile.
—Ah... —Un destello de interés—. Bien. Y si no me das tres veces seguidas, tendrás que llevarme contigo en una salida de caza.
—¿Por qué? —inquirió el, perplejo—. Hace calor, sudas y casi siempre te
agotas.—Quiero ver cómo cazas.
El centelleo de un recuerdo: a Jongin le fascinan los mortales. Quizá esa fuera la razón por la que ese ángel le caía tan bien. Jongin veía su trabajo anterior como un don, no como una debilidad.
—De acuerdo.
Él extendió una mano.
—Trato hecho.
Wonwoo se la estrechó.
—Ahora, haz tu trabajo, mariposa.
El ángel se alejó del suelo con una ráfaga de viento, y una pluma azul flotó hasta la palma de Wonwoo, que se lo guardó en el bolsillo con la intención de regalárselo a Sunwonu. Hasta el momento, ya había conseguido varias de las plumas blancas de puntas doradas de Mingyu, dos de Jongin y unas cuantas de las suyas propias.
—¡Adelante!
Con los ojos puestos en su objetivo, Wonwoo balanceó las dagas arrojadizas en la mano y asentó los pies. Su vista era más aguda que cuando era humano, pero no mucho... todavía. Al final, le dio a Jongin dos veces más y falló la tercera por el pelo de un calvo. El ángel descendió haciendo espirales.
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La marca del Arcángel - Meanie [2]
Fanfiction𝑎̵͟𝑑̵͟𝑎̵͟𝑝̵͟𝑡̵͟𝑎̵͟𝑐̵͟𝑖̵͟𝑜̵͟𝑛̵͟, 𝑠̵͟𝑒̵͟𝑔̵͟𝑢̵͟𝑛̵͟𝑑̵͟𝑜̵͟ 𝑙̵͟𝑖̵͟𝑏̵͟𝑟̵͟𝑜̵