Amante Real

Capitulo 2

"Elegida"

Marinette

Dios salve a la Reina!!!

Las campanas vuelven a sonar y todo el pueblo de Francia está aquí, los soldados cargan el feretro y el Rey camina a su lado, salimos de la Catedral y ya han alistado un camino de rosas para la despedida de la Reina.

Sus hijos van por detrás, mientras que Felix carga a Elena quien no deja de llorar.

La gente inclina la cabeza en respeto a la Reina, los soldados nos separan del pueblo y empezamos a caminar al Palacio donde será enterrada en su jardín.

Como ella lo hubiera querido.

...

El Rey se queda solo al frente en cuanto bajan el cajón de su esposa, empieza a llover y el no se retira hasta que los trabajadores empiezan a echar la tierra encima, nadie se le acerca, ni siquiera sus hijos, a los cuales deje les aconsejo estar con su padre, no me hacen caso y no tiene por qué después de todo... la Reina ya no está y yo ya no tendré nada que hacer ahí.

Ellos no se atreven pero se cuanto el monarca amó a la Reina y dejarlo solo ahí no me parece justo.

Podre verme como quien abusa de la confianza o tal vez impertinente.

Recibo la atencion de la familia Real, la corte y consejeros del Rey, cuando empiezo a caminar hacia el.

Y me paro a su lado y el Rey no gira hacia mi, ya que no quedamos viendo como poco a poco el cajón se pierde entre la tierra, me atrevo a girar hacia el.

-permitame ser la primera en darle mis condolencias majestad-tomo su mano y dejo un beso en el dorso, me arrodillo sobre el césped mojado, la lluvia empieza a caer con más fuerza y muchas personas van retirándose, incluso se llevan a los príncipes al palacio-

El vestido se me hace pesado cuando intento levantarme y el me ofrece los brazos para apoyarme, me agradezco y levanta mi velo negro dejando que pueda admirarlo con más detalle.

-majestad, yo reuniré mis cosas y cuando termine saldré del palacio.

-¿cuales son tus motivos?

-majestad yo le brindaba mis servicios a la Reina ahora que ella ya no esta... no hay razón para que yo pueda quedarme.

-eso lo discutiremos después.

Asiento y me alejo dejándolo solo y entro al palacio para poder cambiarme por algo más seco.

...

-Marinette...

-¿qué tienes princesa?

-extraño a mi mamá, pensé que en un futuro ella estaría en mi boda,

-Elena acércate-la princesa se levanta de su silla y se sienta conmigo en su cama-tal vez ella no esté aquí, pero si podrá verte de donde sea que esté.

-¿y tu harás mi vestido?

-cuando sea el momento, si, pero tendrás que mandar a buscarme.

-¿por qué, ya no vivirás aquí?

-yo debo irme... pero si me llegas a extrañar podemos mandarnos cartas.

Una empleada nos interrumpe haciendo un saludo.

-disculpen la interrupción, señorita el Rey me mandó por usted.

Me separo de Elena.

-espereme aquí por favor princesa.

Le hago un reverencia y voy por detrás de la empleada quien me abre la puerta del gran salón, veo al Rey sentado en su silla y los cuadros de la Reina ya han sido retirados.