Capitulo 40

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"Emociones"

Adrien

-¿escuchaste todo?

-si

-es cierto Adrien, yo no tendría al bebé de alguien más

-yo solo necesito saber si... ¿lo quieres más que a mi?

-lo quería pero nunca mas que a ti y no hay comparación, a ti te amo.

Me abraza con más fuerza.

-solo quiero que termine, que nadie más esté entre nosotros, me gustaría que las últimas semanas de embarazo sean tranquilas.

Beso su cabeza.

-me encargaré que asi suceda, mañana traerán a un experto para que puedas ver algún modelo para la casa que quieras.-la distraigo-

-a penas te mencioné eso esta mañana, ¿ya estas en eso?

-te dije que cumpliría tus caprichos

Sonríe.

La beso entendiendo que solo nos necesitamos a nosotros, el resto no importa.

...

Los soldados empiezan a salir y empiezan a llegar los rumores de Charles.

Me he encargado de mandar a los ministros adecuados para el día de hoy y aunque ellos no lo saben están en camino a la trampa.

Los soldados saben a quien van a proteger y a quienes dejarán que el pueblo se encargue de ellos.

Han pasado dos días que no hemos
visto a Charles, no se ha vuelto a presentar pero se los pasos que está dando.

El sonido es lejano pero se puede escuchar un poco de los gritos y el bullicio.

La gente no se contenta con nada y enrealidad me están cansando todos estos asuntos del Reino.

Me distraigo cuando entran las sirvientas con una merienda que mandé preparar para Marinette.

Ordeno que lo deja sobre la mesa, pero ella no aparece en los largos minutos que espero.

Salgo del salón encontrándome con la servidumbre.

-¿dónde está su Reina?

-majestad ella fue al pueblo con la señorita Susanna

Ella debía estar aquí.

Los pueblerinos querrán agarrarla a ella también y ella carga a mi heredero, los otros soldados no saben que ella va, por lo que está camuflada y no la defenderán.

-¿en que momento salió?

-ya debe estar llegando al pueblo majestad.

Las hago a un lado y bajo a toda velocidad las gradas.

-traigan mi caballo-me detengo para tomar mi espada.-

El general de acerca con sus soldados, un batallón cerca de cincuenta hombres.

Dejan a mi caballo y me subo a el.

-majestad, ¿necesita escoltas?

-necesito todos los hombres disponibles, armados y listos, partimos ahora.

Mi caballo empieza a correr.

Tengo que llegar antes.

Tengo que estar con ella.

No puede sucederle nada.

Voy por ti mi Reina.

...

Marinette

Amante RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora