Capitulo 44

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"Punzadas"

Marinette

Mi hija no me suelta de la mano a penas cumplió 2 años pero esta más grande de lo que estaban sus otros hermanos a esa edad.

Hace días he venido para tener un tiempo a solas... pero tuve que traer a Vittoria porque no quería separarse de mi.

-¿dov'è papà?

-lavorando

-¿perché?

-perché sì, amore

-¿perché?

Trato de no reírme, mientras juega con mis cabellos y su respiración en mi cuello me causa cosquillas.

-sei molto bella.

-¿perché?

Giro sobre mi cuerpo y la dejo echada a mi lado y ríe cuando le hago cosquillas.

Se para y empieza a correr por el césped, estamos solo las dos en la casa que hace mucho Adrien mandó a construir para mi.

Con un gran jardín y alejado de los pueblos, está oculto entre los árboles y nadie se a atrevido a robar algo.

-vieni qui

Gira la cabeza de un lado a otro y se sienta en el pasto.

Empieza a arrancar flores y las pone sobre su vestido.

-vieni vieni-estira su mano llamándome con ella-vieni mamma

Me levanto y me acerco a ella y se para tirando todas las flores recoge más y las pone en mi cabello.

Empieza a reírse y debo admitir que amo escucharla, extraño cuando mis otros hijos eran bebés y siempre necesitaban de mi, ahora y por el momento soy lo más importante para Vittoria.

Siempre quiere estar conmigo y si no la llevo a alguna parte llora.

-sei una monella

-no, tu sei una monella-la atraigo hacia mi y me hecho en el pasto dejándola sobre mi pecho-

Al principio cuando empezó a hablar era francés, pero luego empezó a escucharme a mi cuando hablaba con Adrien.

Adoptó el italiano como lengua materna y no habla francés desde entonces.

Así que me dedico a hablarle en italiano y se enoja si cambio de idioma con ella.

Mis dedos se enredan en su cabello y me levanto volviendo a las sábanas que me puse en el pasto, la echo a mi lado invitándole uno que otro postre.

Acomodo el paraguas para que el sol no me de directamente.

Juega un rato más hasta que se cansa, gira sobre su cuerpo y la atraigo más a mi, le pongo el chupon en la boca y no me aparta la vista de encima en lo que le canto algo y acaricio su cabello.

-sei la mia piccola principessa

No dejo de admirar sus ojos que son iguales a mi, pero sus rizos rubios son los de su padre, va cerrando los ojos y me quedo un rato más viendola.

Después de un largo rato empieza a buscarme cuando me alcanza su pequeña mano entra por mi escote tratando de buscar mi pecho, la tengo mal acostumbrada.

Solo que queda así y no intenta hacer nada más.

El sueño empieza a ganarme a mi también y me acomodo a su lado.

...

'Un beso en mi mejilla.

Pasea la punta de su nariz mi piel, mi cuello y mi cabello.

Amante RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora