Capitulo 39

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"El único"

Adrien

Parece que Marinette no se da cuenta o que ignora las cosas.

Es inteligente al querer mantenerme alejado del tema de las Catacumbas, Charles es el único que se ocupa de ello y la corte esta de su lado dando su apoyo.

No me opongo, al contrario desconozco el fin del puesto de Charles.

No ha aparecido estas semanas y he tenido que soportar como Marinette lo deja embobado y más idiotizado.

A mi no puede engañarme ya que yo también se jugar las cartas.

En las calles ya se corre el rumor de lo que ha estado haciendo Charles trasladando sin consentimiento los cuerpos del cementerio, para ellos las  tumbas han sido profanadas y ahora sus huesos forman parte de una decoración que no pueden tocar.

Marinette ama que la adoren.

Porque el hombre que tenia Fé en ella ya ha muerto.

El hombre que le es devoto sigue en pie pero falta poco, yo se que si, solo tiene que deshacerse de el y seremos solo los dos.

Como siempre hemos querido.

Me apoyo en la pared sin dejar de sujetar la mano de mi esposa y tratar de no hace tantos movimientos ya que si lo hago me sujeta con más fuerza.

He descubierto que lo hace cuando tiene pesadillas pues siempre despierta algo agitada.

Ha parado de mal humor estos días tras enterarse de la esposa de Charles, pues si ella no venía por su cuenta la iba a traer yo.

Aún no amanece por lo que me vuelvo a echar, tratando de averiguar con que es lo que sueña.

Detallo su rostro, como ningún pintor logra retratar a la perfección sus rasgos, es imposible hacerlo, sin embargo y estoy seguro que cada que se escucha sobre la Reina se la recuerda como la ven.

No hay mujer más hermosa que ella, es única y resalta entre las demás, lo que hace por amor, por mi, se cuestiona.

Pero entonces ambos estamos mal, por que no es la única que hace locuras y que manda a la muerte a sus amantes.

Como la admiro.

Como la amo.

Y como nos amamos.

Sus labios se entreabren y se queja, paso la mano por debajo de su cuello y me acerco más a ella, todo lo que me permita su vientre, mantiene su agarre en mi otra mano.

La beso y me separo unos segundos, abre los ojos lentamente y parpadea varias veces.

—Adrien—suelta mi mano y la deja en mi cuello—tuve un sueño

—¿con qué?

—soñé que...—levanta un poco la vista y detalla todo al rededor y se queda  mirando nuestras coronas por unos segundos—nada...

Vuelve a mirarme y acaricia mi cabello.

—quisiera otra aldea

—¿otra?

—pero no en Versalles, una que este muy lejos de aquí... de la corte y la monarquía.

Es como si estuviera escuchando a la Marinette de 15 años.

Ya que en una conversación de tantas sobre que si lo de nosotros no se lograba... escapariamos pero el destino tenia otros planes y ahora nos toca asumir nuestros papeles.

—¿recuerdas cuando dijiste que serias una famosa modista?

—si, pero ahora soy la Reina y yo solo quiero ser mamá en otro lugar lejos de aquí.

Amante RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora