⚔️➼ 29 ⚔ ᴄᴏɴꜰʀᴏɴᴛᴀᴄɪÓɴ ꜰɪɴᴀʟ

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Los gritos de la audiencia retumbaban en sus oídos como pitidos sordos. La llamarada lo había estampado contra la pared tiesa del iceberg, que todavía seguía derritiéndose en pie, y le efectuó un pequeño desgarro en la espalda. Pero estaba bien; su mente permanecía impoluta mientras sus articulaciones iban soltando ríos cenizos que empolvaban el cielo.

Draco estiró los hombros y, liberando la tensión que los abarrotaba, jadeó ante la eminente presencia de las llamas rascando sus escamas. Se encontraba oculto en aquel manto gigante de humo, y seguramente la mayoría ya pensaba que se había dado por vencido tras el impacto de aquel látigo de fuego candente.

Eso creían...

—¡Santo cielo! ¡Creo que deberíamos llamar a...! —Midnight iba a interrumpir el combate, hasta que el viento sopló y alzó las cortinas de humo que poblaban la plataforma. Las piernas de Draco comenzaron a expandir unas partículas grises que crujían en armonía con el pulso de su corazón—. ¡Qué demonios...! ¡¿Por qué parece que hace más calor ahora que antes?! ¡¿Y qué son esos puntos?!

Es hora de avanzar. Aquel tirón súbito de energía le concedió el deseo de levantarse de entre los escombros del hielo, le dibujó una sonrisa artera y prendió su pálida cabellera con el intenso color rojo de una hoguera. Sus escamas ardían, entusiasmadas. Todo el mundo tenía los ojos puestos en él, mientras más esquirlas anaranjadas explotaban a sus pies en ese momento y el humo se iba arremolinando como un tornado platino a su alrededor. Con un rápido gesto de manos, se quitó el parche de la cara y finalmente pudo acceder a la claridad de la luz solar con todo su esplendor. Es hora de zanjar con esto.

Un torrente de sangre vigorizante subió hasta sus párpados, calentó sus vasos sanguíneos y acentuó dos largas lenguas de fuego en las comisuras de sus ojos. Como su padre solía tenerlas. Su mirada tonificada chocó entonces con la de Shoto, pero sin esbozar alguna mueca molesta o fruncida como era común en él, sino divertida y placentera en partes iguales. El hijo de Endeavor, en cambio, no salía de su asombro ni cuando la cortina ígnea que oscilaba a su espalda era mecida por una brisa fresca de viento. Estaba anonadado. Descolocado.

—¿Cómo...? ¿Cómo lo has evitado? —tartamudeó al tiempo que el sudor resbalaba por sus sienes. Draco no torció su sonrisa, pero las cenizas de sus párpados se agrandaron del gusto.

—El Fénix siempre renace de sus cenizas —contestó él, orgulloso de ser quien era—. ¿Has apreciado alguna vez al sol saliendo del alba cada mañana?

—No... —Shoto negó una y otra vez, sin comprender lo que sucedía, retrocediendo casi por instinto—. ¿Qué diablos eres?

El hijo del Fénix se fue acercando lentamente hasta su oponente, con la espalda recta y la barbilla firme, mientras cerraba el puño a la altura del pecho y desvelaba el tono apasionado que pintaba sus nudillos.

ᴄᴀᴍɪɴᴏ ᴀ ʟᴀ ʟᴜᴢ《☀️ʙɴʜᴀ ᴏᴄ☀️》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora