⚔️➼ 13 ⚔ ᴄᴀʟᴍᴀ ʏ ᴛᴇᴍᴘᴇꜱᴛᴀᴅ

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Los tormentosos rayos del Sol procedieron a atravesar la nublada capa de ozono que envolvía a la Tierra. El sonido y el viento no eran obstáculos para dichos rayos; sólo fluían sin más, al azar. Mientras, la luz que estos emanaban daba nacimiento a cientos de radiantes colores a lo largo y ancho de todo el círculo terráqueo, embelleciendo la naturaleza terrestre que habitaba cada bosque o cada ciudad.

En un viejo edificio de aspecto y estilo tradicional, las hojas y las plantas crujieron al compás del agua que trazaba un río artificial en forma de hendidura sobre el pasto. Los rayos hostigaban con tanta fuerza que, a pesar de que la atmósfera oliera a incienso de primera, el copioso sudor de cansancio contaminaba el aire fresco que solía batir sus alas con tanta frecuencia durante cada primavera. Y en medio de aquel denso jardín, dos figuras se agitaban constantemente de un lado a otro, portando en ristre espadas de madera y blandiendo su vigor mientras cada cual encauzaba valientemente su determinación.

Hubo algún que otro choque. Un forcejeo. Un repiqueteo. La madera tronó ante tales golpeteos.

—¡Adelante!

Draco embistió a la orden de Sakura. Enarboló la katana de práctica en dirección a la masa azul del firmamento y, tan pronto como halló una abertura, atajó con una estocada hacia enfrente; se llevó una sorpresa enorme al ver que su tía se había escudado a tiempo colocando la suya propia en medio de aquel trazo tan recto que, en un inicio, tanta eficacia había prometido. Y en menos de un abrir y cerrar de ojos, un movimiento tan rápido y grácil como el céfiro de una ventisca aporreó las dos muñecas de Draco, quien fue forzado a chasquear los labios de disconformidad mientras el arma se resbalaba de sus manos y, luego, esta misma se precipitaba a las hierbas que decoraban el césped.

Los labios de Sakura se torcieron en una sonrisa ladina. Una mueca que Draco consideraba ciertamente molesta, pero la pasó por alto para no recriminar a su maestra: como pupilo, jamás debía contestar con arrogancia, sino comportarse como tal mandaba; después de todo, eso significaba poseer verdadera iniciativa y disciplina. Y no como otros querían hacerlo entender.

Descontento con el resultado que había alcanzado hasta el momento, se sobó ambas muñecas. El día de ayer, Draco le había pedido encarecidamente a Sakura un entrenamiento especial para pulir sus técnicas y habilidades. Necesitaba volverse más diestro si quería ganar el Festival Deportivo, el cual estaba a dos semanas de comenzar. Y ella había aceptado dicha propuesta, con la extrema condición de no ponerse en riesgo si llegase a ocurrir otro ataque o atentado en la academia; dado que, al igual que muchos otros parientes de los estudiantes de la clase, ella había sido anteriormente comunicada por el docente del centro. No fue capaz de tomarse a buenas la noticia de que su sobrino casi fue asesinado esa misma tarde. Pero la asumió de todas formas. En conclusión: se encontraba tan enojada por dentro, que no le daba a Draco ni tregua ni aliento alguno en los entrenamientos.

ᴄᴀᴍɪɴᴏ ᴀ ʟᴀ ʟᴜᴢ《☀️ʙɴʜᴀ ᴏᴄ☀️》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora