⚔️➼ 22 ⚔ ᴄᴀᴜꜱᴀ ʏ ᴇꜰᴇᴄᴛᴏ

63 8 48
                                    


⚔️《〡☀️〡》⚔️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

⚔️《〡☀️〡》⚔️



La luz semi apagada de los pasillos le colmaba la paciencia.

Para estar tan acostumbrado a vivir entre dos mundos tan opuestos, tan distantes y cercanos al mismo tiempo, Shoto Todoroki sentía que la mayoría estaban en todo momento dirigiendo malas miradas en su contra. Como hijo de un héroe famoso, su padre tenía las expectativas por las nubes respecto a él; y como estudiante de UA, esas expectativas alcanzaban nuevas cimas cada vez que aparecía delato suyo y se contenía sin mostrar el mínimo detalle de aprecio. Un precio aplastante, que cargaba en la espalda desde el primer día.

Iba a cumplir esas expectativas y superarlas con creces, humillando a su padre en el proceso. Esa había sido su meta desde joven, y sus deseos a medida que iba madurando físicamente. Midoriya, un chico que ostentaba la atención de All Might, sería su segundo rival a batir durante el último evento del Festival Deportivo, y quería reservar esas fuerzas contra él más que nadie, y contra Levante... Quizá Bakugo también sería interesante como oponente, pero lo dudaba. Aunque, de todas formas, el primero de sus contendientes venía siendo Sero, un chico cuyo poder le permitiría extender unas cintas altamente resistentes de sus codos y desplazarse con ellas por el campo como si fuera una araña.

Sero era fácil. Bastaba con congelarlo desde un inicio, sin tregua, con un glacial masivo de hielo. El problema se daba a la hora de que tampoco podía excederse en demasía, ya que sus siguientes contendientes podrían ponerlo en serios apuros, y no anhelaba llevarse una derrota a casa sin demostrarle al malnacido de su padre de qué pasta estaba hecho; de la de su madre.

Midoriya tenía una potencia absurda y exorbitante en sus brazos, Levante poseía una destreza formidable en combate, digna de cualquier experto que hubiera estado entrenando desde sus primeros años de vida, y Katsuki sería simplemente molesto con sus gritos y las explosiones que segregaba de sus palmas.

Lo tenía jodido, y lo sabía con certeza.

Nadó por los pasillos con el dedo índice sosteniendo su barbilla, pensando y pensando en cómo izar la medalla de oro en su cuello sin despeinarse un pelo. Pero su tercer contendiente —ya se imaginaba que Levante ocuparía ese puesto— le instaba más preguntas que respuestas. Había algo en ese pelirrojo que le resultaba extrañamente familiar. No sabía cómo describirlo. Tal vez estaba siendo paranoico, por la estúpida manía que tenía de relacionar todo lo que conocía alrededor de su padre, Enji Todoroki, con un lazo de paranoias, en una argolla indómita.

Tanteó su frente buscando la forma de calmar la tormenta desatada de ideas, y emprendió su mente hacia la cima de la pirámide: Bakugo. Un peligro si llegaba agotado, aunque tampoco trataba de desprestigiar a la chica de cabello azul que minutos atrás acompañaba a Draco en el segundo evento. Parecía ser tan fuerte como ellos, y apostaba a que se había guardado la mayoría de sorpresas para las peleas. No bajaría la guardia, fuera quien fuera que pasara a la final.

ᴄᴀᴍɪɴᴏ ᴀ ʟᴀ ʟᴜᴢ《☀️ʙɴʜᴀ ᴏᴄ☀️》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora