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Ubicación actual; Ciudad Starling. Año 2019.
Sintiéndose como una adolescente enamorada, Pamela sentía la necesidad de ver todo el tiempo a Oliver, no podía parar de imaginar las veces en que estuvieron juntos, por qué después de esa noche, les he había resultado imposible no volver a estarlo —literalmente no hay lugar en la casa en la que no hayan tendió sexo.
Queen encontró la manera de hacerla sentir viva, de hacerla volver a disfrutar de la cercanía de un hombre.
Los últimos dos meses, la pareja se había olvidado de todos y cada noche disfrutaban de los silencio y de la piel desnuda del otro.
~•~
—¿Cómo lo haces? —pregunto Pamela al ver cómo la masa que Thea amazaba, estaba mucho pero, mucho mejor que la de ella.
—Solo sigue haciendo como te dije.
—Pero no me gusta como está ¡Ve! —se queja—, parece engrudo.
—Entonces tus galletas sabrán a engrudo —se burló la menor de la familia Queen.
—¡La conocía no es lo mío! —dijo al seguir amasando con lentitud su masa—. Y si mejor le decimos a Daina que las compré y luego las envíe.
—Dijimos que haríamos el intento.
—Esta bien. Por cierto, ¿Dónde está Oliver?
—Con Laurel, están entrenando.
—Y nosotras haciendo galletas —bufo—, ¿En serio si las hacían de pequeños o solo es una excusa para distraerme?
—Si las hacíamos solo que, Oliver creció y dejo de interesarle.
—¿Te gustaba mucho hacerlas?
—Era la única vez en que estábamos todos en la mesa. Me refiero a solo nosotros 4. Porque en otras ocasiones mamá y papá invitaban a personas que no conocía.
Pamela se sintió incómoda al estarse quejando en lugar de tratar de ver cómo realmente se necesitaba hacer la masa. Para Thea era algo sencillo pero que le hacía volver a su niñez, a aquellos años en los que su única preocupación era levantarse temprano para ir al colegio.
—¿Te gustaría estar fuera de este mundo?
—¿A ti no? —pregunto Thea.
—Fui educada y entrenada para estar en el puesto en el que estoy.
—Pero puedes cambiarlo ¿No?
—Tal vez suene absurdo pero, la liga tiene un propósito; ser parte del balance alrededor del mundo —comento Pamela—. Dime qué ahora sí ya está mejor —, dijo al referirse a su masa, la cual, seguía teniendo un aspecto distinto al que Thea tenía.
