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Ubicación actual; Rusia. Año 2021
—En menos de 24 horas seremos marido y mujer —murmura Oliver quien esta sentado al lado de Pamela en el sofá.
—Lo sé...
—¡Ya es hora de irte Oliver! —dijo Thea al verlos desde el otro sofá.
—¿De que hablas?
—De la tradición.
—¿Qué traición?
—La que dice; que los novios no deben dormir juntos antes de la boda por qué da mala suerte.
—¿Quién dijo eso? —replico Pamela completamente confundida.
—Es lo que toda pareja normal hace...
—¿Quién te dijo a ti que somos "normales"?
—Eso es cierto —se burla Laurel—, aunque si mal no recuerdo acordaron que sería una boda tradicional y eso implica que no dormirán juntos, así que ya vete.
En definitiva a Oliver no le agradaba la idea de no dormir abrazado a Pamela pero, debía respetar lo que le decían.
Así que se acercó para despedirse con un interno beso.
—Te amo.
—Yo más —contesto Pamela con las mejillas sonrojadas, aún no se acostumbraba a escucharlo decirle; "te amo".
Se sentía como una princesa que ya había encontrado a su príncipe y que este, se encargaría de hacerla inmensamente feliz.
Luego de ver a Oliver despedirse de William y Thea, este salió junto a Daina y Laurel quienes lo acompañarían hasta el hotel en el que ellas se hospedaban.
—No había tenido tiempo de agradecerte por el vestido —comento Pamela a Thea.
—Me alegra que te allá gustado.
—Tienes un excelente gusto.
—Gracias.
Thea siempre había tenido un gusto por la moda, y en ocasiones soñada que tenía su propia marca de ropa, pero luego caía a la realidad en la que vivía.
La menor de la familia Queen tenia sueños, sueños que no se cumplieron.
Después de un rato Pamela subió a su habitación para poder darse un baño y descansar ya que el día de mañana sería largo. Aunque la ceremonia sería por la noche debía descansar.
Lleno la tina con agua caliente y dejo caer algunas gotas de esencia de lavanda para relajarse y poder dormir. El agua cubrió todo su cuerpo una vez que se adentro a la bañera. El silencio que cubría las cuatros paredes del cuarto relajo aún más a Pamela, normalmente su cabeza estaba llena de pensamientos impulsivos y otros nostálgicos. Pero está vez, debía concentrase en lo que Thea le pidió antes de subir.
