LA CHICA DE LOS VIERNES ·ϿʘϾ·

Capítulo 11

April: ¡Hola! Necesito tu opinión sobre algo. 🤔 Me han ofrecido dar clases particulares todos los viernes, y la verdad es que el dinero me vendría genial ahora mismo.

Calipartyguy18: Si necesitas la pasta, adelante, no te lo pienses dos veces. 💸👍

April: Sabes mejor que nadie que lo necesito, pero el problema es a quien le tengo que dar clases...

Calipartyguy18: ¿Es un niñato mimado, hiperactivo y con la cara llena de mocos?

April: Es un niñato, aunque no tiene mocos. ¡Menudo dilema!

Calipartyguy18: Siempre puedes sobornarlo con galletas para que se porte bien. 🍪😉

April: ¡Jajaja! Me parece que le debería dar galletas, pero de otro tipo, de las que duelen. ¿Crees que funcionaría si te soborno a ti para que pierdas la próxima partida?

Calipartyguy18: Me temo que en los videojuegos no hay soborno que valga. Te voy a patear el trasero. Al final, ¿vas a aceptar el trabajo o no?

April: Todavía no lo sé...

Calipartyguy18: Lo bueno es que te dará experiencia.

April: ¿Y lo malo?

Calipartyguy18: Tendrás que soportar al mocoso.

April: ¡Tú sí que tendrás que soportar mi victoria!

Calipartyguy18: Sigue soñando, bebé, soy el puto amo de League of Legend. 😎🎮

April: ¡Te voy a dar una buena paliza!

Calipartyguy18: ¡Prefiero que me des una buena lección, señora profesora!

April: ¡Vete a la mierda!

Calipartyguy18: ¡I win! 🏆📚

—¿April, podrías dejar por un momento el teléfono y ayudarme a elegir un disfraz? —gritó Grace, algo frustrada, desde el otro lado de la sala de vestuario.

—Lo siento, solo estaba contestando un par de mensajes. —Levanté la vista de la pantalla y le sonreí, mostrándole un tejido afelpado muy colorido que colgaba de una percha; quería hacerla sonreír, pues esa tarde estaba un poco apagada—. ¿Qué te parece este disfraz de unicornio rosa? Yo puedo usar la cabeza para hacer fotos de incógnito, y tú la parte de atrás para ir tomando notas.

Mi amiga frunció el ceño y se cruzó de brazos, mirándome con desaprobación.

—Estás de broma, ¿no? ¡Next! Me niego a tener que ir doblada toda la noche, mientras tú estás de pie la mar de cómoda. Además, se supone que vamos a hacer un reportaje encubierto, no deberíamos llamar tanto la atención.

Asentí, guardando el teléfono en el bolsillo trasero de mi pantalón, antes de acercarme a otro gran perchero con ruedas, repleto de disfraces protegidos por fundas de plástico.

—¡Menuda aguafiestas! —Agarré un par de trajes muy chulos y se los mostré—. A ver, ¿qué te parecen estos de extraterrestres?

Mi amiga soltó una carcajada.

—No creo que vayamos a pasar desapercibidas con eso. Quizás deberías buscar algo un poco menos... ¿fluorescente?

Mientras continuábamos con la tarea, Grace encontró unos sombreros vaqueros. Se colocó el más llamativo y comenzó a hacer gestos exagerados como si estuviera sosteniendo en el aire un lazo imaginario. Me uní a ella, poniéndome otro sombrero, antes de gritar como una auténtica vaquera. Las dos cantamos «Texas Hold'Em» de Beyonce, mientras nos inventábamos unos pasos de country, que iban más descoordinados que coordinados. Nuestras carcajadas llenaron el aire hasta que sonó el teléfono de mi amiga. El mensaje que acababa de recibir terminó con su buen humor, y el mío se fue desinflando como si se tratara de un globo pinchado.