Domingo
18 de enero
Con las legañas pegadas en los ojos me levanté de la cama con una sensación negativa. Ya no sabía si tenía mala suerte o si mi destino era fracasar en la vida. Fuera lo que fuera, me estaba matando poco a poco por dentro. Mis emociones no soportaban más y mi corazón se iba encogiendo tanto que lo notaba como si fuera una esponja para lavar los platos, porque lo único que hacían era usarme.
Creía que era el ambiente o el mundo lo que estaba yendo a peor, pero llegué a recapacitar si era yo la que atraía a ese tipo de malas situaciones. Porque era como si estuvieran escribiendo un cuento catastrófico con el peor de los finales: la protagonista muerta.
Y esa hipótesis aumentó cuando al salir de la casa, para ir a ver el buzón y abrirlo para coger las cartas, una de ellas cayó al suelo y al agacharme para agarrarla mi vista se quedó clavada en el remitente.
Gabriel Cappellari.
Eso no podía ser. No podía estar viendo eso.
Pestañeé para aclarar la realidad de un sueño pero nada cambió, fue entonces cuando mi corazón empezó a acelerarse.
La cogí del suelo con las manos temblorosas. Tenía clavada la vista en el remitente, buscaba las múltiples razones por las que el asesino que mató a mi mejor amigo me pudiera enviar una carta desde la cárcel.
Aceleré el paso para entrar lo antes posible a casa ya que la sensación de que me estaban vigilando volvió a aparecer dentro de mí. Cuando por fin la puerta se cerró, me tumbé haciendo presión contra ella.
Junto a mis manos, mis pies también temblaban. Mis ojos no querían ver la catástrofe que estaba apunto de suceder, pero la realidad surgió cortándome con un trozo de papel.
Querida Andrea.
Sé que esta carta puede sorprenderte, y tal vez incluso disgustarse. Pero necesito expresar lo que siento, sin importar las circunstancias en la que nos encontramos.
Aunque muchos te vean como la víctima y a mí como al monstruo, quiero que sepas que mi negro corazón de carbón late por ti. Cada día tras estos barrotes, mi mente solo piensa en tu sonrisa y en el porqué me encarcelaron.
Aunque nuestras condiciones sean difíciles, quiero que sepas que estoy dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo para estar contigo. Eres mi fuerza y mi inspiración, y no importa lo que digan los demás, mi amor por ti es real y profundo.
Anhelo el día en que podamos estar juntos sin barreras ni juicios. Hasta entonces, te prometo que lucharé por mi libertad y por un futuro donde podamos vivir nuestro amor sin restricciones.
Con todo mi amor,
Gabriel
Nunca había experimentado esa emoción. Era una mezcla de repugnancia, odio y sentimientos encontrados que no sabía determinar.
No sabía cómo enfrentarlo ni que hacer respecto a lo que estaba viendo. Me había quedado en blanco. Lo último que me esperaba que podía haber dentro de ese sobre era la carta de amor que acababa de leer.
Del miedo cogí el móvil para llamar a Oliver y vi que tenía seis llamadas perdidas de él. Noté que iba a pasar algo malo. Y como si predijera el futuro, le devolví la llamada a Oliver.
No me saludó, sino que me dijo directamente:
—¿Estás bien? —No me dejó responder porque su boca vocalizó otras palabras seguidamente— Gabriel Cappellari ha aparecido muerto en su celda y sin ojos.
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Secretos Ocultos
Mystery / ThrillerAndrea es una joven estudiante apasionada por los misterios, pero cuando su mejor amigo desaparece, se adentra en un mundo oscuro y peligroso donde nada es lo que parece. En medio de la investigación, conoce a un hombre misterioso por el que no pue...